30 agosto 2007

Arranque de impotencia

Al final nunca resulta como esperas.

Cuando te planteas una situación posible, cuando imaginas una escena, en tu mente están todos los detalles. Cómo será, qué personas habrá, cuáles serán los pasos, las circunstancias, cómo te comportarás, cómo te sentirás, las palabras que dirás, cómo se cruzarán las miradas, si llorarás, si se te pondrá la piel de gallina.

En un caso como el mío, penosa cineasta mental, incluso hay montaje: planos generales, planos cortos, ángulos y movimientos de cámara, iluminación. Pero supongo que esa es otra historia.

Y después, en el caso poco común, las más de las veces inesperado, de que esa escena se produzca realmente, siempre hay cientos de detalles insignificantes que no habías tenido en cuenta, minúsculas realidades con las que no contabas. Buenas, malas, inclasificables, sorprendentes.

Por eso es mejor no hacer demasiados planes, no tener grandes (tal vez ni siquiera pequeñas) expectativas.

La vida viene y te lleva por delante, y esa es la única certeza.

27 agosto 2007

34

Estoy de vuelta (más o menos), lo que significa que ya tengo el ordenador conectado y mis ojos se volverán hacia la pantalla, y mis dedos a las teclas (ya echaba de menos este sonido) con más asiduidad.

De todas formas, sigue siendo verano aunque llueva, sigue habiendo gente en la calle a la que ver y con la que cenar, estas cosas que son más bien excepcionales y que hay que aprovechar mientras suceden.

Y... ooooh, es mi cumpleaños.

Un máis. Aí estamos.

13 agosto 2007

...

Que me voy de vacaciones y no aviso a nadie. Descanso, sobredosis de familia, reencuentro con esos amigos que te duran desde la infancia a pesar de que solo los ves una vez al año (o tal vez precisamente por eso).

En pocas palabras, grandes comilonas, algo de música, olvido de las cosas que no van tan bien, disfrute de unas vacaciones únicas en su especie...

En fin, lo que quiero decir es que no me he ido del todo. Y que sigo viva, por si alguien se lo preguntaba...