Desvarío
Qué cansada estoy. Cansada y desganada. Pensar en las cinco horas de clase de esta tarde me agota, me imposibilita para pensar en cena más copas justo a continuación, los putos carnavales. No puedo, es imposible, estoy demasiado cansada. Solo tengo ganas de estar sentada y no hacer nada, no pensar, dejar que pase el tiempo y que llegue el momento de irme a dormir. No tengo ganas de hacer la comida ni de comérmela, ni de fregar, lavarme los dientes, coger el coche y enseñarles a los chavales ejemplos de la forma, la proyección, el escorzo, el traslapo, aguantar a los pesados de animación mientras me hacen esas preguntas que no sé contestar, dos horas contando lo mismo cuarenta veces sobre el premiere a los de audiovisuales, sentirme sola, tener frío y sin embargo sudar, esperar un mensaje que no llegará, ir de cena ni de coña, estoy demasiado cansada, quiero dormir aunque después llega la hora me desnudo, me acuesto y no concilio el sueño pensando en el puto bacilo de Koch, en esputos, en llamadas telefónicas, en seis meses de tratamiento, en contagios. Luego está lo de la soledad, que últimamente me pesa tanto que busco señales en todos los ojos que se cruzan conmigo, tan solo para ir descartando, este no, este tampoco, a veces me pregunto qué pasaría si de repente aparecieran unos ojos de los que pudiera decir tan solo este tal vez, me cagaría encima, si no es lo que quiero, si no es lo que quiero querer, ¿por qué no paro de pensar en ello?, no lo entiendo, me agobia la idea. Tengo los pies fríos, las manos frías, camiseta, sudadera, bata, calefacción, después dentro de un rato tengo calor, pero no tengo fiebre, y hasta querría tenerla, una buena excusa para pedir la baja de una vez, por qué tendré tantas ganas de estar de baja, tal vez para descansar, para no tener que enfrentarme a cinco horas de clase, qué son cinco horas, joder, pues una cosa muy pequeña comparada con otras mucho peores que has tenido que afrontar en otras ocasiones, pero al mismo tiempo me parece imposible soportarlo. Nunca sabes si es mental o físico, esa puta manía de atribuirle una causa psicológica o mental a todo lo que nos pasa, estoy empezando a ser cada vez más House, cada vez más escéptica con respecto a la existencia de cualquier tipo de más allá, al poder de la mente, incluso de la voluntad, del alma en general. Que no, que somos moléculas y humores, química, biología, cosas tangibles, tengo que dejar de pensar que me domina una parte de mi cerebro que no puedo entender, inaccesible, imposible de analizar, de poner bajo el microscopio, eso no existe, qué manía, la puta trascendencia, cuánto daño han hecho los místicos, incluso el jodido Freud y toda la caterva de explicadores de misterios por los misterios, que no, que todo es mierda y sangre y células, no hay más, pensar que hay más es una pérdida de tiempo y una forma imbécil de dar por explicado lo incomprensible, y no es así, no es así, no hay fantasmas, ni dentro ni fuera, la magia son trucos, todo es fe, no quiero fe, quiero pruebas, quiero poder aceptar que lo que no sé, lo que no entiendo, son solo eso, ignorancia, no payasadas del poder de la mente ni fantasías espirituales ni cosas que podría cambiar si quisiera. Lo que es, es, y se puede encontrar con un análisis de sangre o una radiografía y ya esá. Punto. Estoy cansada y no me lo invento, no hay subconsciente que me gobierne, no existe nada de eso. Definitivamente y para siempre, me quedo con Scully. A tomar por culo. La verdad está aquí dentro: en los ruidos de mis tripas.