Arte
En todas las clases tengo alumnos adultos. Cuando digo adultos quiero decir "más adultos que yo". Son personas que se dedican a otra cosa para ganarse la vida pero que quieren aprender algo más.
Una de las asignaturas que imparto (de hecho, la más fascinante), se llama "Teoría de la Imagen". Cuando la estudié en la carrera me costó un verano extra, no os digo más. Por eso intento que mis chicos no se mueran de asco. Les meto el rollo, claro, contra eso no hay nada que hacer, pero después gasto horas enteras viendo imágenes con ellos, opinando sobre ellas, analizándolas y, sobre todo, dejándoles hablar (cuando se dejan).
Hoy tocaba ver cuadros y buscar en ellos el dinamismo, la temporalidad en la imagen fija, la tensión y el ritmo. Vale. Reconozco que es un coñazo y además una paja mental. Pobrecitos. Pero, como dijo aquél, el que busca, encuentra.
La cosa es que empezamos por una imagen sencillita, una Anunciación de Fra Angélico (no sé cuántas tiene, igual era LA Anunciación de Fra Angélico, el que lo sepa o tenga ganas de averiguarlo, que lo diga). Y una de mis alumnas adultas, la enfermera, concretamente, dijo: "Vale, con estas no tengo problema, pero… ¿qué pasa con el cubismo y esas cosas?"
"¿Cubismo?" Pensé yo. "Te vas a cagar".
Y les puse esto:
Para los ignorantes, que habrá pocos puesto que hay pocos lectores, informo que el cuadro se titula Autumn Rhythm (number 30) y lo pintó Jackson Pollock en 1950.
Claro, la conversación derivó por ni os imagináis qué derroteros. Los límites, la función y la significación del arte. Las tomaduras de pelo, las cosas que no lo son, o según quién lo mire, o cómo podemos considerar arte a algo que pretende serlo. Arco (por supuesto), el artista que mataba de hambre a un perro en una performance, de nuevo los límites, el arte como último reducto de la libertad (esto lo dije yo, ya caliente), Picasso, Kandinski, Van Gogh, otra performance (en la que cuatro actores mimetizados con el público protestan porque la performance no empieza y acaban sublevando a la multitud, y eso era la performance), su sentido, su significado, "esto a mí no me vale", "si tiene tanta técnica, ¿por qué no hace otra cosa?", "porque no le da la gana, entre otros muchos motivos", la expresividad, la técnica, otra vez la función del arte, otra vez los motivos, vuelta a Arco, (y eso que todavía no había visto en la tele que este año en Arco había una revisitación de la Maja de Goya con Yola Berrocal como modelo). En un momento hasta llegué a decirle... abre tu mente... be water, my friend...
De verdad, ha sido una conversación muy interesante, muy participativa, acalorada por momentos, en la que todo el mundo ha aportado cosas y en la que al final yo creo que todo el mundo acabó diciendo más o menos lo mismo, o sea, lo normal en estos casos. Tal vez en el fondo la enfermera no tenía ganas de recibir clase hoy. Y a lo mejor al final hasta aprendió algo. Yo, desde luego, sí.
Para rematar, una alumna de las de 20, dijo, "o sea, que como siempre: para gustos, colores".
Y otro alumno, de los de 50, mientras salía, dijo: "menudo pollo con Pollock".
Y ha sido lo mejor de la semana.