23 septiembre 2011



Un anuncio de Levi's.

El texto es un poema de Charles Bukowski. Este poema:


The Laughing Heart by Charles Bukowski

your life is your life
don’t let it be clubbed into dank submission.
be on the watch.
there are ways out.
there is a light somewhere.
it may not be much light but
it beats the darkness.
be on the watch.
the gods will offer you chances.
know them.
take them.
you can’t beat death but
you can beat death in life, sometimes.
and the more often you learn to do it,
the more light there will be.
your life is your life.
know it while you have it.
you are marvelous
the gods wait to delight
in you.
Me hace pensar en cosas, o más bien me hace sentir cosas que no puedo expresar con palabras, no muy bien. Lo he visto en el muro del Facebook de un ex-alumno mío. Mi comentario tenía una frase que quiero repetir aquí: qué mundo de límites borrados. 
Si podemos usar a Bukowski para vender Levi's, y lo hacemos tan bien que quieres ir a la revolución con vaqueros Levis' y darle cancha a la esperanza con vaqueros Levi's, solo hay dos opciones. O bien la publicidad a veces sabe hacerlo realmente bien... o nosotros estamos haciendo algo realmente mal. Lo que no consigo es averiguar qué. 

19 septiembre 2011

Amor

Me monto en el metro. Hay un tío larguirucho que conversa a través de mensajes del móvil. Tiene una cara rara, es medio rubio, barbita, boca grande que le sonríe a la pantalla, ojos soñadores. Nos miramos. Me enamoro. Se baja.

Se sube otro tío. Me echa un vistazo y se sienta enfrente de mí. No es muy alto, su pelo indica que hace no mucho se lo rapó a ambos lados y dejó una franja en la mitad de la cabeza, pero ya le ha crecido. Pantalón ancho y zapatillas de rapero, ojos castaños, dulces. Me parece muy guapo. Jugamos a no mirarnos a la vez. Me enamoro. Le pido mentalmente que me diga algo. No me oye. Nos bajamos en la misma estación, pero nos vamos por escaleras diferentes.

Pienso que tengo una espera de una hora en el aeropuerto. La espera pasa de una hora a seis.

Nada.

10 septiembre 2011

Pensado hoy al salir del centro comercial


Me canso de ir buscando en todas las miradas. No necesito explicar qué busco, porque todos sabéis a qué me refiero. Me canso porque no está, no lo encuentro, y además me doy cuenta de que no se encuentra así.

Pero ves personas que deliberadamente no te miran porque quieren hacerte saber que no lo buscan, o no quieren ver que tú lo buscas. Esas miradas, las que no existen, son las que más me gustan. No las que me ignoran, sino las que me saltan a propósito.

¿Que cuál es la diferencia? No sabría decirlo, pero hay una diferencia clara.

04 septiembre 2011

Primer post del resto del blog

Tout a déjà été dit, mais comme personne n'écoute, il faut sans cesse recommencer (André Gide)

Después de ver el documental sobre Bukowski, entiendo por qué siento por él lo que siento. Siento lo mismo por todos los autores que escriben desde el suelo, cosa que no hacen los escritores españoles. Ya lo sé, lo llevo diciendo años, cada vez lo siento más así. Necesito letras llenas de tripas y pelos, no puedo soportar los resplandores de los amaneceres ni el desorden de tu nombre ni la puta madre que los parió a todos.

Bukowski es el escritor que con más talento lo consiguió. El que puso más poesía en toda la caca y toda la podredumbre y toda la miseria de las personas y aún así se elevó para conseguir magia. El que se lleva todo el lirismo al otro extremo y de todas formas te hace llorar como un imbécil.

El problema es que Bukowski ya existe, ya murió, su revolución ya fue. Nada nuevo. O tal vez sí. Porque tal vez lo que haga falta sea eso, otra vez eso, otra vez lo mismo. La frase esa que me gusta tanto: "todo está ya dicho; pero, como nadie escucha, hay que volver a empezar siempre".

No se trata de escribir sobre sangre y mierda desde un punto de vista impostado, estrictamente literario y alejado de la realidad, como... (no sé por qué me viene a la cabeza Ray Loriga si nunca he leído nada suyo, qué injusticia; pero es la imagen que me viene). No se trata de escribir sobre la fealdad o describirla minuciosamente solo por explotar una fracción inexplorada del diccionario. No, no.

Simplemente escribir palabras que sean verdad, o lo más parecidas a la verdad que sea posible desde este punto de vista único que está, por momentos, tan alejado del común de los mortales, o sea, de lo que viene siendo el resto de la gente, no sé, la gente que ve Sálvame o cosas así. Pero tal vez dé igual, tal vez no haya que parecerse tanto o tal vez no sea tanta, en realidad, la diferencia. Dentro de lo diferente, de lo jodidamente otra que soy, intentar simplemente traer las palabras a la tierra, al polvo, a las ruedas de los coches en las rotondas o a las cosas que suenan mal pero que son lo que la gente dice, hace, piensa. O sea, no masturbarse, sino hacerse una paja. Matarse a pajas. Lo normal. Lo que hay. Lo que hacemos todos.

Que es precisamente lo que falta.

01 septiembre 2011

Año Nuevo

Toca volver. Me doy cuenta de que el blog se me va enmustiando, en verano he salido a post por mes, y no es por ser verano, que sigo siendo adicta a todo lo demás. Es solo que tengo la sensación de que no tengo nada que decir, o que nada de lo que quiero decir cabe realmente en este sitio. El blog ya no sirve para lo que servía, y ya no sé para qué sirve.

Para mí septiembre es el mes en que empieza el año. Y está siendo, como todos los principios de año pero tal vez un poco más, un momento de plantearme muchas cosas. Qué hacer a continuación, qué errores no cometer (o cometer), por dónde tirar, qué cambios efectuar. Y miro el blog, las dos, tres, diez últimas entradas, y me doy cuenta de que ya no tengo mucho que hacer en él. De que ya no es mi vía de expresión favorita, de que ya no me refleja o me dibuja o me oculta o me describe o me ayuda como antes.

No es una despedida, o tal vez lo es. Siempre ocurre que, cuando te crees que te estás yendo, alguna fuerza te empuja a quedarte un rato más. Lo cual es el motivo fundamental para que apenas avancemos, si se piensa bien.

Soy otra persona en la oscuridad. Ya no tengo nada que hacer aquí.