12 febrero 2012

Que no

Y es que te tienes que dar cuenta de que no tienes lo que crees que tienes, del mismo modo que no eres quien crees ser. Que nada es lo que parece, y mucho menos lo que te parece a ti. Que tú eres una cosa tomada a solas (posible únicamente en la más utópica de las teorías) y otra muy diferente puesta en relación con lo que rodea tu vida y sobre todo (sobre todo, recuérdalo) con los otros. Y son los otros los que establecen tus límites y tus cualidades, los que con su luz crean las sombras que son la esencia de tu textura y te dan forma. Te dan forma. Te crean. Sin la mirada del otro no eres, no existes. Sin la pasión del otro no lates. Sin la compañía del otro no importas.