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(Nada, se me ha ocurrido decir que no tengo nada que decir últimamente, por si no os habíais dado cuenta.)
(otro verso robado)
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Escrito por k a las 13:27 5 con algo que decir
Etiquetas: Todo a cien
Esta es una foto que saqué hace dos veranos, en un paseo a la orilla del Pacífico, en Sydney, Australia.
Y esta es una foto que saqué este verano, en un paseo a la orilla del Atlántico, en Islas Cíes, España.
Hay una cosa que está clara: los pedruscos son pedruscos en cualquier parte del mundo y a la orilla de cualquier océano. Nosotros también. Entonces, ¿por qué estas ganas de ver la luna cabeza abajo? ¿Qué necesidad hay de huir? ¿Qué crees que vas a encontrar? ¿Qué crees que vas a dejar atrás? ¿Por qué piensas que la luz en el otro lado te va a hacer ver las cosas, o verte a ti misma, de una manera diferente?
Escrito por k a las 13:51 7 con algo que decir
Etiquetas: Preguntas retóricas, Ver el mundo
The Wire es una de mis asignaturas pendientes. Hace años que la tengo ahí descargada y esperando a que me anime a verla. Recomendaciones me han llovido de todas partes y de personas con criterios que para mí son muy fiables. Pero ver una serie así, las cinco temporadas, cuesta. No es que cueste verla, pero cuesta ponerse a verla, empezar. Ya sé que una vez que empiece no voy a ver nada más, y por eso mismo no empiezo nunca.
Pero esto no es del todo cierto. Ya empecé con esta serie un par de veces antes de hoy. Una vez vi un par de secuencias. Vi de qué tipo de serie estábamos hablando y me dije: "Para el invierno". En invierno le di otro tiento y lo puse otra vez. Vi los cuatro primeros capítulos, pero sin ganas. Y pensé: "A esta serie hay que darle mucho más que un sofá y un rato muerto".
Bueno. Pues hoy me he puesto con ella por fin (también quería cumplir uno de mis propósitos de año nuevo). El primer episodio de cualquier serie siempre tiene un punto extraño. Suelen ser atípicos y un poco difíciles. Tienen que presentar la serie, los temas principales, los planteamientos de la trama de la temporada, los personajes, completos desconocidos para el espectador. Tienen que resultar atractivos, enganchar, dejarte con curiosidad pero contarte lo suficiente como para que puedas tener esa curiosidad. A veces tienen un tono un poco diferente a lo que luego resulta ser la serie, porque es un episodio que se hace antes de decidir si la serie se va a hacer y puede pasar que haya cambios posteriores. Los dos mejores primeros episodios de series que yo he visto son el de Lost y el de Boardwalk Empire, no sé muy bien si por este orden (probablemente sí, aunque el de Lost tiene el problema de que es un episodio doble, si no recuerdo mal... bueno, yo casi nunca recuerdo mal). También es ejemplar el de Breaking Bad.
A modo de juego para mis (dos) lectores que han visto The Wire voy a decir lo que he creído ver en este piloto.
El episodio arranca con la escena de un crimen en una calle, de noche. Nunca es casual la elección de escenarios para un piloto. Las imágenes de esta secuencia hablan de una serie urbana y policíaca, pero además dicen que va a ser realista y sucia. El muerto se llama Moco. Y el policía que habla con un testigo va a ser nuestro protagonista, por lo tanto el siguiente hombre del que me enamoraré: McNulty. No recuerdo que nadie llegue a decir su nombre de pila, pero no estoy segura. La serie va a tener mucha sabiduría popular y gusto por hacerte pensar en cosas. Momentos en que los personajes se van a enfrentar a tomas de decisiones desagradables, personales y profesionales. No va a escatimar en encontronazos y tensiones, va a jugar con lealtades y adhesión a principios. McNulty es un personaje que probablemente se volverá complejo, no tiene pinta de ir a ser agradable, aunque en este capítulo solo vemos pinceladas con un punto arquetípico: irlandés, divorciado, no ve mucho a sus hijos, se pasa con el alcohol, lleva de regular a mal la imposición de la autoridad, vale más de lo que su puesto demuestra, tiene un punto quijotesco, sabe cómo enfadar a las personas que están a su alrededor pero también sabe conservar a los amigos que le importan, habla cuando debería callarse y se calla cuando debería hablar, su propia vida parece importarle muy poco. Más o menos es lo que se ve de McNulty en la primera hora de The Wire. Sí, definitivamente dan ganas de ver más.
El otro personaje sobre el que recae la importancia en este primer capítulo está al otro lado de la ley y sí tiene nombre de pila (lo llaman "D"). Lo conocemos sentado en el banquillo de los acusados, del que se libra por los pelos (y por métodos no legales) y lo seguimos a su nuevo empleo, después de ser degradado en la jerarquía. Vemos cómo se enfrenta a los problemas. Supongo que este personaje irá madurando. Conocemos a un chaval, poco más que un adolescente, que tiene que aprender a manejarse en un mundo de lobos y que, básicamente, no tiene ni puta idea. La idea que me queda es que le habían puesto en un lugar muy superior a sus capacidades y la caga como no podía ser menos, disparando a un hombre a la vista de todo el mundo. No es muy listo, otro bocazas, pero en un sentido diferente a McNulty. No piensa antes de hablar, piensa poco en general. No parece tener lo necesario para hacerse un hueco en ese mundo, en el que parece encajar a medias, y menos un hueco en una posición de mando. Será interesante ver qué es de él también.
Quería decir muchas más cosas pero yo también hablo demasiado, y no son horas. He empezado con The Wire esta noche y quería decirlo aquí, para quien tenga ganas de leer chapas. O para mí, sin más.
A modo de resumen...
Vemos a la DEA con cámaras y fibra óptica mientras la policía sigue con máquinas de escribir.
Vemos a los vendedores de droga y vemos el efecto de esas drogas en los consumidores, y cómo esos consumidores son personas.
Vemos cómo se forma un grupo de policías con un enorme marrón que comerse, y las tensiones entre los que quieren que acabe rápido y el que quiere hacer el trabajo (la vida misma).
Vemos la importancia del concepto de familia entre las organizaciones criminales. Lo cual no habla muy bien de la institución familiar, dicho sea de paso.
La frase del capítulo:
- Dos héroes luchando la guerra del narcotráfico.
- Ni siquiera podemos llamar "guerra" a esto.
- ¿Por qué?
- Las guerras acaban.
Escrito por k a las 02:03 4 con algo que decir
Etiquetas: Cosas de la tele
Érase una vez una mujer que quería volar. Ver el mundo, llegar lejos, saber si el amor es salvaje. Quedarse e irse, tener y perder, coger y dejar, sí y no. Todo y nada. Ayer y mañana. Madrugar y trasnochar. Playa y montaña. Amor y soledad. Para siempre y jamás. Sí pero no. Subir y bajar. Dar y tomar. Agarrar y soltar. Sexo del bueno, Thunder Road con alguien abrazando su espalda y que la dejaran en paz.
Y que en cada paso hacia esas tonterías, se hacía un daño con las piedras de la hostia.
Érase una vez una mujer que nunca llegó a ninguna parte.
Pero bueno, se reía igual.
Escrito por k a las 17:47 1 con algo que decir
Y la sensación de estar dejando pasar la vida.
Escrito por k a las 01:53 6 con algo que decir
Hace unas semanas alguien me pidió una selección de Leonard Cohen, para conocerlo un poco. Me lo tomé en serio. Además de la selección decidí explicar el por qué de cada canción (y cada versión). Cuando me puse a hacerlo me di cuenta de que era imposible. Esto es lo que salió. Me lo he pasado bien haciéndolo... así que gracias. Al final hay un enlace de descarga, para quien tenga ganas de hacerlo bien.
00 - Introduction
Decidí meterla porque esa pequeña historia cuenta mucho de cómo es el
señor Leonard Cohen. Es elegante, tiene un sentido del humor muy sutil y
es humilde. Me parece una buena presentación del personaje:
Muchas gracias, amigos. Estaba, eh... estaba tomando una copa con mi
viejo profesor... tiene 102 años ahora, ehm... (risas) En aquel entonces
tenía sobre 97... le puse una copa y... brindó conmigo y dijo...
'perdóname por no morirme' (risas) ... yo casi que me siento de la misma
manera (se ríe, le aplauden). Quiero agradecerles, no solo por esta noche,
sino por los muchos años que han mantenido ustedes vivas mis canciones. Se
lo agradezco.
01 - Suzanne
No creo que sea una canción que necesite ser explicada. Una de las
melodías más maravillosas jamás escritas, una canción de la que no sé
nada. Solo sé que he sido Suzanne más de una vez. Cuando estás a punto
de decirle que no tienes amor para darle, te coge en su longitud de onda y
deja al río que responda que siempre has sido su amante; y quieres viajar
con ella, quieres viajar ciego y sabes que confiará en ti porque has
tocado su cuerpo perfecto con tu mente.
02 - Intro to So Long, Marianne y 03 - So Long, Marianne
Elegí la versión del concierto de la Isla de Wight del 70 por la
introducción: Esto lo escribí para Marianne, espero que esté aquí, tal
vez esté aquí... espero que esté aquí... Marianne. Siempre me ha
parecido una maravillosa presentación. Tampoco sé quién es Marianne, ni me
importa. Esta canción me gustó porque en el único concierto de Leonard
Cohen que he visto, fue la única que el público no consiguió
evitar cantar a pleno pulmón. Con todas las demás, una conmovedora lista
de grandes éxitos y momentos perfectos, el auditorio guardó un silencio
reverencial. Pero al llegar el estribillo de esta canción... Adiós,
Marianne, es hora de que empezamos a reír, y llorar, y llorar y reír por
todo otra vez la gente no aguantó más y se despidió una vez más de
Marianne con todo lo que tenía. Y fue otro momento perfecto.
04 - Bird On A Wire
De esta canción me gusta la primera frase sobre todas las cosas en este
mundo: Como un pájaro en el cable, como un borracho en algún coro de
medianoche, he intentado (a mi manera) ser libre. Y luego está eso de
Como una bestia con sus cuernos, he destrozado a todo el que quiso
acercarse a mí. Pero juro por esta canción y por todo lo que he hecho mal
que te lo compensaré. Me he sentido así más de una vez, y sé que volverá a pasar. Siento haberte destrozado, me gustaría compensarte (sí, sé que no es posible).
05 - Chelsea Hotel (no. 2)
Esta canción la descubrí en el concierto. No es que no la hubiera
escuchado nunca, pero fue como una primera vez para mí. Me conmovió y me
pareció una de las canciones más hermosas que había oído jamás. Nunca
te oí decir 'te necesito, no te necesito, te necesito, no te necesito' ni
toda esa cháchara, le canta a Janis Joplin (aquí sí sé a quién le
canta, pero es una excepción). De esta canción hablo en
este post.
Por eso he elegido la versión de uno de sus últimos discos
en directo, porque tiene para mí el tono perfecto, la voz perfecta, la
cadencia perfecta. Aquella noche me enamoré de esa canción y de esa
versión, y aquí sigo, amándola igual, si no más cada vez que la escucho.
06 - Famous Blue Raincoat
Esta es otra canción que había dejado de lado antes del concierto, y de la
que su versión en las últimas giras me tiene completamente sorbido el
seso. En los últimos dos años la he escuchado decenas, centenares de
veces. Me parece un prodigio de síntesis poética la manera en que esta
compleja y dolorosa relación a tres queda reflejada en forma de carta. Nos
enteramos a la perfección de los sentimientos, la anécdota, qué ocurrió
entre los dos amigos, y la mujer que acabó (sin quererlo) con su amistad.
Qué te puedo decir, mi hermano, mi asesino, qué podría yo decir...
supongo que te echo de menos, supongo que te perdono, me alegro de que te
pusieras en mi camino. Y acaba diciendo: Si algún día te pasas por
aquí, por Jane o por mí, tu enemigo duerme y la mujer es libre. Y
sobre todo Gracias por quitar ese problema de sus ojos; pensé que
estaba ahí para siempre y ni siquiera lo había intentado.
El problema en los ojos de ella, leo yo, es la duda. Y la duda solo se quita, como la tentación según Oscar Wilde, cediendo a ella. Una de las historias más perfectas que
han sido escritas... al menos tal como yo entiendo la perfección.
07 - Dance me to the end of love
Es una impecable canción de amor. Así la veo yo, que siempre tengo el
final del amor a la vista, porque cada uno nace con una maldición, y esa
parece ser la mía. Pero si hay que llegar ahí... por lo menos que sea
bailando, ¿no?
Y mirad qué cosa tan curiosa.
08 - Don't go home with your hard-on
Leonard Cohen tiene fama de ser un señor muy serio y grave y aburrido y
profundo y filosófico. Y probablemente es todo eso en primer lugar, pero
también tiene otra faceta, como cualquier genio o como cualquier persona, en realidad,
y es un sentido del humor bastante sorprendente. Y una sexualidad
palpitante y por momentos muy divertida. Esta canción no es necesariamente
una de mis favoritas, pero muestra esa otra cara de Cohen que casi nadie
conoce ni imagina. No te vayas a casa con tu erección, solo servirá
para volverte loco, no puedes menearla (o romperla) con tu Motown, no
puedes derretirla en la lluvia.
09 - If it be your will
Otra de amor. Es una canción poco conocida. Está en el mismo disco que
Hallellujah o Dance me to the end of love y supongo que el brillo de las
otras deja esta pequeña joya para quien tenga ganas de descubrirla, como
una violeta junto a un rosal.
De esta canción hay dos versiones maravillosas. Una está en uno de los
últimos directos a las voces de las Webb Sisters, que hacen los coros en
las últimas giras (increíbles voces, impresionante presencia escénica,
maravillosas mujeres); y la otra corre a cargo del extraño Anthony Hegarty (de
Anthony And The Johnsons) que, si bien no es mucho santo de mi devoción,
hace la canción suya y la eleva aún más. Recomiendo echarle un ojo a las
dos (si la canción te gusta, si no no creo que te vaya a aportar nada).
10 - Ain't no cure for love
La versión en directo de esta canción la presenta Cohen con un chiste otra
vez, aunque yo he elegido la del disco de estudio porque es el primer
disco que escuché y tuve, y a todas estas canciones les tengo un amor
especial así, tal como fueron publicadas por primera vez. De todas formas
dice en el directo (Live in London): Hacía mucho tiempo que no estaba
en un escenario en Londres, hace... como 14 o 15 años, yo tenía 60, solo
un niño con un sueño loco. Desde entonces he tomado mucho prozac, paxil,
welbutrin, effexor, ritalin... focalin. También he estudiado profundamente
las filosofías y religiones, pero la alegría se empeña en abrirse paso.
Pero quiero decirles algo que no puede ser fácilmente contradicho: no hay
cura para el amor.
Supongo que todos conocéis ese daño que solo el amor te puede hacer y nada puede curar. Te he querido durante mucho tiempo, sé que este amor es real; no importa cómo todo se fue al carajo, eso no cambia cómo me siento; y no puedo creer que
el tiempo vaya a curar esta herida de la que hablo: no hay cura para el amor. No creo que necesite explicar por qué creo que es una de las mejores canciones que se han escrito jamás.
11 - Everybody Knows
Pues esta es una lista de cosas que todo el mundo sabe. Generales (todo
el mundo sabe que la pelea estaba amañada, los ricos siguen ricos y los
pobres siguen pobres; todo el mundo sabe que el barco tiene una vía, que
el capitán mintió) y particulares (todo el mundo sabe que me
quieres, niña, todo el mundo sabe que me quieres de verdad, todo el mundo
sabe que fuiste fiel... aparte de una noche o dos).
12 - I'm your man
La canción que a nadie se le ha ocurrido cantarme. Ahora es tarde, aviso.
13 - Anthem
Anthem es otro descubrimiento reciente. Los pájaros tocan al romper el
día. Empieza otra vez, les oigo decir. No vivas en lo que ha muerto o en
lo que está por ser. Todas las guerras serán luchadas otra vez. La sagrada
paloma será atrapada otra vez, comprada y vendida; la paloma no es libre
nunca. Toca las campanas que aún pueden sonar, olvida tu perfecta oferta.
Hay una grieta en todo: así es como entra la luz.
A ver. No puedo negar que lo que a mí me pone de este tío es su poesía. La
manera en que junta las palabras. Las cosas que dice, y cómo las dice, o
tal vez más cómo las dice, cómo usa, cómo junta las palabras, cómo hace
que la belleza escondida (esconder la belleza) parezca fácil. No solo me
acaricia con su voz, sino con su poesía, y eso es algo que sientes o no
sientes, algo que te eriza o no te eriza. Si no te eriza, yo no te lo
puedo explicar. Quisiera, pero no puedo.
14 - Closing Time
Closing time es una de las canciones más divertidas de Cohen. Mi
acompañante es un ángel de la compasión: se está frotando a medio mundo
contra el muslo. Otra vez el sexo, el humor y la inteligencia hechos
canción. Simplemente la adoro.
Y luego te suelta un hachazo: Te quise cuando nuestro amor era una
bendición, y te amo ahora que no queda nada más que tristeza y la
sensación de prórroga, y te eché de menos desde que el lugar fue
devastado, y no me importa lo que pase a continuación. Parece la libertad
pero se siente como la muerte, será algo a medio camino, supongo; es hora
de cerrar.
15 - Waiting for the miracle
Esta canción me gusta porque se parece bastante a mi forma de encarar las
relaciones. Y estoy aquí en bolas delante de ustedes, lo sepan para que lo
aprecien en lo que vale (vale, la mayor parte de mis lectores ya me han
visto en bolas más veces, tampoco es que sea mucha novedad). Eso de venga,
no creo que seas tú la persona que tiene que venir, ni yo soy la tuya,
pero hagamos algo mientras tanto, para que no se nos pase la vida. ¿Que es
una cagada? Pues que lo sea. Cuando estás tirado en la autopista y te
está cayendo el diluvio encima y te preguntan qué tal, por supuesto que
vas a decir que no te puedes quejar.
16 - Alexandra Leaving
De esta ya hablé una vez. Aquí. (el post al que dirige este enlace en realidad solo es una frase, el poema en que está basada y la canción traducida; es una canción que solo me gusta a mí, así que debe de ser una mierda).
17 - That don't make it junk
Luché contra la botella, pero tenía que hacerlo borracho. Si eso no
es una filosofía de vida, ya me dirán ustedes dónde hay una. Y por
supuesto los que me conocen un poco saben que no estoy hablando de
adicciones de verdad, sino de otra cosa. Por eso es una metáfora. Y por
eso es la otra canción de Ten New Songs que me gusta. Bueno, me gustan
todas, pero no puedo elegirlas todas, porque entonces no sería una
selección.
Espero que alguien haya llegado al final de este tremendo tocho. Si es
así, descarguen aquí (y si no, también, claro).
Escrito por k a las 16:54 2 con algo que decir
Etiquetas: Leonard Cohen, Música
Esto se me ha venido abajo como el castillo de naipes que era. En un soplo o sin saber realmente dónde toqué para provocar el derrumbe.
Ahí donde de vez en cuando aparece la parte de mí que parece saber algo de la vida, sabía que pasaría desde que coloqué la primera carta y todo tembló a mi alrededor.
El instinto manda. Me manda correr, y correré, porque hasta ahora le he fallado yo más veces a él que él a mí.
Escrito por k a las 02:04 5 con algo que decir
Etiquetas: Simples verdades como puños