08 abril 2010

Psé

He intentado hacer muchas veces una lista mental de mis amantes. Nunca he conseguido terminarla, pero es una buena manera de que me dé el sueño o de terminar pensando en cualquier otra cosa (lo difícil que es que un amigo siga siendo un amigo después, por ejemplo).

No consigo enumerarlos a todos no porque sean tantos (no lo son), sino porque algunos de ellos han sido francamente olvidables.

Sobre todo, alguno de los inolvidables.

4 comentarios:

Gata Vagabunda dijo...

Mi lista es tan reducida que me sobran dedos en una mano... eeeh...

Fanshawe dijo...

Yo me voy a callar que mi novia me lee.

PSYCOMORO dijo...

Los amantes olvidables suelen conducir a grandes decisiones; casi todo tiene su lado bueno, aunque sea tarde. Supongo que al final, lo único realmente inolvidable son los gestos que gastamos en sonreír.

k dijo...

Gata, Fanshawe... no me creo nada (por si acaso).

Psycomoro, los amantes olvidables, en mi caso, suelen conducir a la decisión de no tener más, y también la olvido (por desgracia). En fin, yo creo lo único realmente inolvidable es lo que apuntas (a no ser que olvides dónde lo guardaste).