26 julio 2012

unpleasant thoughts

Esto se me ha venido abajo como el castillo de naipes que era. En un soplo o sin saber realmente dónde toqué para provocar el derrumbe.

Ahí donde de vez en cuando aparece la parte de mí que parece saber algo de la vida, sabía que pasaría desde que coloqué la primera carta y todo tembló a mi alrededor.

El instinto manda. Me manda correr, y correré, porque hasta ahora le he fallado yo más veces a él que él a mí.

5 comentarios:

Jafa dijo...

Pues nada, a cambiar de juego hasta que te apetezca montar otro castillo. Es lo único que se puede hacer con las cartas que tenemos (que es mucho...).

wizzi dijo...

¿Qué te voy a decir yo que soy todo de piel, que mi instinto es mi fuente de conocimiento más fiable? Que tropezamos en las piedras aunque sepamos que vamos a tropezar. Hay que vivir ¿te arrepientes de haberlo vivido?... Pues eso.

Si ahora toca correr, pues se corre. Que aquí estamos los demás para secarte el sudor cuando termines y acercarte una silla para descansar.

Cawen!!

littlefish dijo...

incluso para correr a tu lado, si es menester.

k dijo...

Jafa... qué bien lo sabes. Si me dieran la vuelta como a un calcetín del otro lado estarías tú.

Wiz, hay cosas en mi vida de las que debería arrepentirme más, y ni siquiera de esas me arrepiento, como supongo que supones. Gracias por estar ahí siempre y por ser como eres. Y por todo.

Fisch, tú no corras. Quédate justo donde estás.

Anónimo dijo...

Parece la libertad pero se siente como la muerte, será algo a medio camino, supongo; es hora de cerrar.

Leonard Demen

K, esto de los blog parece la CIA. Tanta verificación para demostrar que no soy un robot me complica mucho la vida. Siempre fallo. O acierto pero pienso que fallo y entonces repito el mensaje y quedo como un idiota. Bueno, podría ser una metáfora de mi vida, en realidad.