Más cajones
No tienen precio muchas veces las frases que oyes a la gente por la calle, en los bares, en las tiendas, en el autobús, en la tele... Algunas veces solo me río. Otras veces me río y las apunto. Fanshawe tiene una sección que se llama Oído al pasar que ya es herencia de otra gente y que, dicho sea de paso, es una lástima que no utilice más a menudo, con la capacidad de observación que tiene.
El caso es que siempre me ha gustado esa categoría, así que hoy y aquí estreno yo la mía. Se llamará, para que no se note mucho el plagio, Al vuelo, y usaré para bautizarme una simple pero contundente frase que le dijo la empleada del bar de enfrente a su jefe en una leve discusión sobre una fuga de agua:
Yo sí te entiendo, pero tú no me entiendes a mí tampoco.
(¿En qué quedamos?)
Queda inaugurado este pantano.
11 comentarios:
buff, pues no te ahogues.
Por cierto, la frase me recuerda a una de las entradas de Otis B. Driftwood. Benditas contradicciones sin sentido del Castellano.
El problema es que, aunque son absurdas, no se reducen y siguen campando a sus anchas por ahí...
No veo yo tan grave esta frase, que nace del calor de la conversación de una persona de la calle, con el caso que rescató Otis, donde se trata de un supuesto profesional de la comunicación... a mí lo que me hace gracia de esta frase es la inocencia con la que confiesa que en el fondo no, que no le está entendiendo, ni siquiera lo está intentando... :)
K, creo que es que sencillamente es una frase gallega ;)
Jaaaaaa! No lo había pensado, pero agora que o dis...
Es probable que la empleada se sienta incomprendida y le patine el subconsciente. Quizá ese "tampoco" se refería a la incomprensión global del mundo, su mundo, personificado en la figura del jefe.
En fin, que llego a casa después de compartir una botella de albariño y otra de turbio, y de beberme un licor de manzana y un par de cubatas, y así no puedo ser demasiado claro. Bueno, yo me entiendo, pero vosotros no me entendéis a mí tampoco.
Quizá que me vaya a dormir...
Galleguísima diría yo.
Me dijo una vez cierta gata gallega, hace ya tiempo.
"Hoy hablé de ti con una amiga"
"¿Y qué dijiste?"
"Pues le dije algunas cosas buenas. Luego añadí otras cosas. Y al final hice algún comentario".
Eh... voilà
De verdad, Jafatron, me encanta ese punto de vista etílico que traes. Me quedo con tu interpretación de la cosa, sin duda. La camarera incomprendida... al final va a ser verdad que el alcohol estimula el ingenio.
Jaaaa, Fanshawe, es la mejor descripción de una conversación que he visto... esa gata es un genio!
k, en mi caso el alcohol toca fibras al azar, pero a veces me preocupa que esas fibras tocadas en conjunto formen preciosos acordes mentales. En fin, mejor no te digo como vengo que igual piensas que tengo un problema.
(Dos comentarios seguidos y me sigo preguntando si se me entiende, eso sí es un problema)
Es curioso, es cierto, prestar atención a todo lo que te rodea, especialmente a aquello a lo que eres ajeno porque, precisamente, es esa perspectiva alejada la que te ayuda a empaparte de situaciones, diálogos, momentos, emociones.
A mí me ocurrió ayer mismo, cuando estaba en la carnicería y la mujer que me dio la vez, ejerciendo su turno, pidió al carnicero que le preparase dos filetes de ternera. Una vez pesados, éste le preguntó: ¿sólo dos, señora? La mujer respondió que sí, lacónica. El primero insistió: venga, señora, ¿de verás sólo dos? Ella, casi molesta, alzó el tono de voz y volvió a responder que sí. Y hete aquí, la frase del millón, cuando el soberbio carnicero le espetó: pero, señora... si no llegan ni al dólar.
Ni que decir tiene que miedo me dio a mí realizar mi pedido al susodicho porque me esperaba, poco menos, que toda una declaración actualizada del Ibex 35 y los progresos del Dow Jones.
La vida también es divertida.
Un besazo muy fuerte, preciosa ;) Te sigo.
Jafatron, en este caso sonó un buen acorde, está claro. En cuanto a lo otro, yo diría que sí, que se te entiende, pero no estoy segura. Depende de si lo que dices es lo mismo que yo creo que dices :)
¡Amoor! Bueno, esto sí que es una agradable sorpresa, corazón. Me encanta la salida de tu carnicero. Y me encanta saber que sigues por aquí :) Mil besos
en este blog de K se encuentran las cosas más sorprendentes :)
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