26 diciembre 2010

Emptyness

Palabras, palabras y palabras. Para no decir absolutamente nada. Miradas que no llegan a ningún alma. Ojos que no leen lo que está escrito. Mensajes falsos que no contienen nada.

Hoy he estado en un bar donde han sonado versiones de canciones en lugar de las canciones originales. Me han dolido especialmente las de Feo, fuerte y formal y Cadillac solitario. Últimamente echo de menos a Loquillo, tal vez porque representa un intento de fidelidad a uno mismo, anclado a mi idea de adolescencia, de pureza, de cosas intactas y de inocencia.



Cuando tenía 17 años, esta canción me hacía sentir vieja. O me hacía pensar en cómo me sentiría cuando fuera vieja. Cómo me sentiría cuando tuviera la edad que tengo ahora, tal vez. Ahora la escucho y no me siento así, pero recuero cómo me sentía entonces. Y cómo pensaba que me sentiría. Y cómo me equivocaba.

Y recuerdo esa frase de Bruce la primera vez que la escuché: That maybe we ain't that young anymore.

Ya no somos tan jóvenes. Y, como decía en Closer Larry, el personaje que os presenté el otro día interpretado por Clive Owen (otra vez viviendo a través de la pantalla, y las que vendrán): "todo es una versión de otra cosa".

El caso es que iban cayendo Jack Daniels con hielo y yo cada vez me sentía más en sintonía con el mundo, y al mismo tiempo, paradójicamente, más lejos y más consciente del vacío de todo. Las versiones se sucedían y todo parecía vacío.

Todo estaba vacío.

11 comentarios:

Carmela dijo...

Yo no pensaba salir, pero bajamos a tomar un algo, que duro poco. Todo estaba cerrado, parecía la noche después de..,encontramos uno de esos bares de cadena, taberna inglesa, muchos Erasmus ahogados en cervezas y a vivir que son dos día. Demasiada gente joven, un poco fuera de lugar, Música y ruido tan fuerte, que ni siquiera sé que era lo que sonaba. Un rubavieja con hielo (qué rico). ¿Realmente qué?. Que narices, a su edad era lo que yo quería, un lugar ruidoso, lleno de gente que conocer, risas, ruidos, lo que caiga … y está bien. Ahora, mirándome atrás podría haber sido muy distinto lo vivido……, pero sería otra historia y no la mía. Me pregunto y me planteo cosas y está bien. Lo triste sería no hacerlo, aceptar todo, pensar que lo bueno se quedo al lado. Siempre habrá cosas que me habría gustado hacer, otras que quiero hacer y sé que nunca haré, otras que ni las pensaré o admitiré que las pienso, (pero que están ahí, calladas y escondidas), otras que si intentaré hacer, pero sobre todo lo que no quiero dejar de hacer es preguntarme, cuestionarme, revisarme, sorprenderme con preguntas y dudas, y nunca jamás (si suena a eso, lo se) volver a vivir lo que toca porque es lo que toca, simplemente lo viviré y después ya veremos.¿Sabes, que con dos frases, remueves montañas?.

(hoy tampoco le doy al previsualizar,pero puedes borrarlo, aburrirá a tus lectores)

jafatron dijo...

¿Enhorabuena por las cursivas?

Antígona dijo...

No sé muy bien cuál es el sentido de la frase "todo es una versión de otra cosa". ¿Te refieres a que, con el paso del tiempo, nada sucede tal y como un lo había imaginado en la distancia? ¿O a la experiencia, también propia del paso de los años, de que todo acaba por repetirse y por mostrar un cierto aire de familiaridad que elimina la emoción y la sorpresa?

Es demasiado fácil equivocarse cuando se es adolescente. Unos lo llaman pureza, otros, sencillamente, inexperiencia. Pero, personalmente, no creo que la experiencia se cargue toda pureza. No señor. En realidad, tendemos a olvidarnos de que nos enfrentamos a cada nueva etapa de nuestra vida tan desnudos y desarmados como a las iniciales. Sencillamente, porque nunca antes hemos estado en "esta" etapa, ni nos hemos enfrentado a sus retos y sus dificultades, las que le son propias frente a las pasadas y las futuras. El desafío sigue siempre vivo, aunque ya no seamos tan jóvenes.

Perdona si me he ido mucho de varas, que a mí las navidades me nublan el cerebro :)

Besos!

k dijo...

Carmela, qué raro que estuviera todo cerrado, fue una noche de salir a saco en todas partes... De todo lo que dices, me quedo sobre todo con eso de no hacer las cosas porque tocan. No lo perdamos de vista. Me encanta tener una lectora como tú, que lo que escribo te genere estas reflexiones. Y ni sueñes con que borre uno de tus comentarios.

Jafa, sí, gracias. Es llegar a casa y todo vuelve a su ser normal, por supuesto. Y al día siguiente, cuando los Jack Daniels han sido procesados por los pobres riñones e hígado, más aún.

El sentido de la frase es probablemente el que tú quieras darle, Antígona. Mira, en este enlace te dejo la (super sexy) escena a la que aludo en el post: el momento en que Larry suelta la frase empieza en el minuto 1.50:

Larry: Yo solía venir aquí hace un millón de años. Era un club punk. El escenario estaba... Todo es una versión de otra cosa. Hace veinte años ¿qué edad tenías?

Creo que deberías ver la peli, porque escena a escena te la estoy destripando :)

En fin, a lo que yo me refería era a que todo es lo mismo y no es lo mismo, todo es parecido pero diferente, desde la cosa en sí hasta los ojos que la miran. Pero tus lecturas son perfectamente válidas, claro.

Y no, no estoy de acuerdo. Yo ahora no estoy ni remotamente tan desnuda ni tan desarmada como aquella adolescente que vociferaba Cadillac Solitario en la pista de aquella discoteca. Porque todo lo vivido se acumula y mancha, y condiciona absolutamente todo. Aunque sea nuevo.

Sergio dijo...

Cuando escucho canciones como esa o alguna otra siento algo similar. Pero que nos ea tan joven como entonces no me preocupa tanto. Estoy mucho más seguro que en esa época. De hecho soy mejor que en esa época, lo tengo claro. Pero esas melodías y esas fechas en las que salieron... Sí, te entiendo.

k dijo...

A mí tampoco me preocupa ser más vieja, yo también soy (y estoy) mucho mejor que entonces. Y sí, también me entiendo, y me alegro de saber que el mensaje llega aunque lo escriba a las 7 de la mañana con 7 copas encima.

Carmela dijo...

Ja!! pillina, pensé que habías madrugado como yo, y es que no te habías acostado.jajaja disfrutalo!!

Antígona dijo...

Toda la clave, para mí, de tu respuesta, está en la palabra "mancha". Y entiendo lo que quieres decir: la experiencia acumulada enturbia de alguna forma nuestra mirada y no nos deja proyectarla limpiamente sobre lo venidero. Eso es cierto, sí. Lo vivido condiciona absolutamente y ya no parece posible enfrentar nada con desnudez y pureza. Como si el mundo, y nosotros mismos con él, se nos gastara entre las manos y con el paso del tiempo a todo le restara un cierto brillo.

Y, sin embargo, sigo pensando, o al menos a mí me sucede, que por más años que hayamos dejado atrás seguimos enfrentando situaciones ante las que nos sentimos desnudos y desarmados, inexpertos, vacíos de experiencia. Con cada nuevo amor ocurre: sí, uno ya sabe de qué va el tema, arrastra recuerdos, miedos, actitudes forjadas en el pasado que incluso pueden enturbiar la relación presente... pero, al mismo tiempo, el elemento de novedad permanece -es otra persona, yo ya no soy la misma-, haciéndonos sentir inseguros, despertando emociones que reconocemos de antes pero que también nos sorprenden en su manera de tener lugar, de afectarnos, de movernos.

No sé, a veces tengo la sensación de que nos engañamos un poco cuando nos decimos a nosotros mismos "esto ya lo he vivido antes", o "todo es una versión de otra cosa", un sucedáneo. Como si nos dejáramos llevar por una tonta nostalgia por lo pasado -cualquier tiempo pasado fue mejor- en lugar de observar atentamente todo lo nuevo -que siempre lo hay- que el presente nos ofrece.

Más besos!

NoSurrender dijo...

joder, tengo ganas de compartir jack daniels contigo. A ver si podemos hacerlo pronto.

La canción de Loquillo también me arrastra a mí a sitios extraños de mí mismo. La sencillez y autenticidad adolescente que perdura en nosotros, casi naif, de esa canción no se desprende de quienes la escuchamos. Siempre me conmueve. Es una explosiva combinación con Jack Daniels, nenaaaa.

Y no olvides lo que sigue a ese verso de Bruce, eh. Siempre queda carretera por delante.

Besos!

La Maga Mariana dijo...

Aún hay instantes auténticos. Sobría o trastocada, qué alegría leerte, qué pedazo de entradas.

k dijo...

Los hay, LaMáquina. Qué sería de nosotros sin ellos, por otra parte. Gracias.