31 diciembre 2010

La grieta

El caso es que me apetece escribir algo para que esos dos últimos post vayan bajando y se vayan enterrando en el olvido, que es donde deben estar. Que lo que no puede ser es que el otro día un colega se me conecte al messenger para preguntarme si voy a suicidarme ya o todavía no.

La cuestión es que estoy de bastante buen humor estos días, haciendo mucha vida social, no toda ni necesariamente en el lado de fuera de las puertas de mi casa, estoy haciendo cosas como agregar en el facebook a gente que no conozco de nada y bromeando y partiéndome de risa. Pero luego llego aquí y me da por recogerme sobre mí misma y me apetece, no sé, por ejemplo poner una canción como esta:

Toca las campanas que aún pueden sonar, olvida tu ofrecimiento perfecto. Hay una grieta en todo: así es como entra la luz.

11 comentarios:

jafatron dijo...

Y a mí que este post me dice mucho como para estar solo en el cajón de música y, al mismo tiempo, me dice también mucho (y me alegra) que solo lo hayas puesto ahí :)

Daeddalus dijo...

Ya sabes que yo soy una triste y a lo mejor por eso no me han parecido tan dramáticas tus últimas entradas, al contrario, pero qué sabré yo.

Un año que va a comenzar con tantas risas, aunque sea a distancia y con desconocidos que no lo son tanto y que sin duda dejarán de serlo a lo largo del 2011 sólo depara cosas buenas, estoy convencida.

NoSurrender dijo...

Brindaremos por las grietas, k. Y pediremos otra botella de Jack Daniels.

k dijo...

Jafa, qué observador eres :)

Carmela, me encanta que te guste la canción. Y es cierto, no eran para preocuparse ninguna de las dos entradas, pero tampoco eran la alegría de la huerta, supongo. Espero que la experiencia que mencionas esté en su final (así lo parece) y que hayas sacado más saldo positivo que negativo de todo el viaje. En otra cosa te doy la razón: lamentarse y empeñarse en ver el lado negativo de lo que nos pasa es una opción, pero no sirve para nada. No sé si se nota, pero yo procuro hacerlo lo menos posible. Muy feliz año, gran lectora.

Dae, ya sé lo triste que eres, sí :) Y tienes razón. Este buen rollo es imposible, imposible, que no traiga buenas rentas.

Lagarto, lo que está claro es que la próxima vez que nos veamos tiene que haber algo más que cena, ¿eh? Mucha, mucha sobremesa quiero. Y muchos brindis.

Anónimo dijo...

Dios salve a Leonard.

k dijo...

Con lo ocupado que está. Menos mal que Leonard se salva solo :)

Antígona dijo...

Ays, qué mayor está este Leonard. Me ha impresionado verlo. Pero ya les gustaría a muchos mantener esa dignidad sobre el escenario con tantos años.

Me ha encantado lo de la grieta y la luz. Y nosotros, imbéciles, tratando de taparlas a toda costa.

Un beso!

Carmela dijo...

Hoy solo suena en mi cabeza Suzanne. Canción triste y alegre, según el estado de ánimo con que la oiga.
La he colgado en mi casa y me he acordado de tí.
Besos

k dijo...

Lo de Cohen, Antígona, es una elegancia exquisita. Lo ves y te olvidas de los años que tiene. Hay dones que no se pierden. Si puedes, vete a verlo. No te puedes imaginar cómo merece la pena. Y sí, además es sabio.

Carmela, muchas gracias. Suzanne es una de esas canciones que son más que canciones para tantos de nosotros :)

Maeve dijo...

Buenas, soy vida social. Me apetecía presentarme.

k dijo...

Sí, efectivamente. Mi vida ahora es mejor.