04 mayo 2010

Irse de aquí

Maybe if I try to write (como decía la canción… I’m sick of sitting here try to write this book).

Leo a Cielo Vacío. Su relato sobre un coche, sobre irse, con un final un poco inquietante. Me siento identificada con el principio del cuento, con cierta parte del espíritu del cuento, tal vez porque hoy mismo he sentido algo parecido escuchando esta vieja canción mientras conducía hacia aquí (qué videoclip tan malo, por cierto):



Pero en mi caso el “irse” no tiene nada de metafórico. Me muero por irme. Estoy en ese coche y quiero largarme de aquí, poner tierra de por medio, dejarlo todo atrás, todas esas expresiones de película, tópicas y manidas, que siempre he sentido que me reflejaban tanto.

Cuando era niña, creo que esto ya lo he contado por aquí, solía tumbarme en el suelo, en el campo detrás de la casa del pueblo, a mirar el cielo en verano. Justo en ese punto hay un par de rutas regulares de aviones. Cada cierto tiempo, dos o tres veces al día, un pequeño avión metálico atraviesa ese cielo dejando una estela blanca en el fondo azul que tarda un buen rato en desvanecerse. Yo, tumbada allí, en el suelo, sintiéndome diminuta en el ancho espacio y aún más ancho tiempo, deseaba estar en aquellos aviones. Ir dondequiera que fueran. Volar lejos. Fly away.

Hay otra parte de mí que siempre quiere volver. La parte que mandó cuando volví a vivir aquí, la parte que se acuerda de que en ningún lugar estoy más tranquila, equilibrada y controlada que cerca de casa, la familia, mis cosas. Supongo que, como el Dr. Jeckyll y Mr. Hyde, cuando una mitad manda la otra lucha por recuperar su poder. It makes me feel like half a man. A veces.

El caso es que ayer me compré el billete. El que me va a llevar lejos de aquí por un montón de semanas. El que va a hacer una vez más posible que me acuerde, por encima de las nubes, de aquella niña insatisfecha y aplastada contra el suelo que miraba los aviones y quería volar.

Que ha conseguido (en parte, a veces) ser lo que soñó ser.

7 comentarios:

Gata Vagabunda dijo...

Quién sabe, lo mismo luego te quedas por allá...

NoSurrender dijo...

Qué envidia me da eso de poder contar con varias semanas para perderse por ahí. Me temo que yo tendré que esperar muchos años para poder plantearme algo así. Ya me contarás a dónde vas, para darme aún más envidia, eh.

Llénate de ganas.

Exlucifer dijo...

CUANDO TE VAYAS TE ECHAREMOS DE MENOS.....

SIEMPRE HE PENSADO QUE ERES UNA PERSONA "MONTAÑA RUSA", O SI SE PREFIERE, UN "CULO INQUIETO".

PERO ESO ES PRECISAMENTE LO QUE TE HACE COMO ERES.

UNA "MONTAÑA RUSA-CULO INQUIETO".

EN FIN... QUE ME ALEGRO DE QUE, DE MOMENTO, ESTÉS POR AHÍ.... Y DE QUE TE VAYAN LAS COSAS COMO TE VAN.

CUÍDATE AMIGA.

jafatron dijo...

En cualquier caso, o mejor dicho, en tu caso, tampoco es mal plan irse lejos para volver.

k dijo...

Gata, no creo que me quede. Pero siempre será una opción si las cosas se ponen feas por aquí. No descarto nada.

Lagarto, una de las cosas que me dan un malévolo (por lo disfrutable) sentido de culpa es la envidia ajena, sí :)

Es verdad, siempre me lo has dicho, Exlucifer, que me ves así. Probablemente hay mucho de eso, no lo niego. Gracias por apoyarme siempre. Cuídate tú también.

Jafa, cierto. No es nada malo el plan. Me hace sentirme tan libre (o más) que el de irse para no volver. Siento que puedo elegir.

Jota78 dijo...

Es fascinante leer textos ambiguos de alguien de quien no sabes nada. ¿Irse de dónde? ¿A dónde? ¿Por qué? Seguramente la abstracción mejora las historias.

k dijo...

Las debe mejorar, Jota, porque antes de leer tu comentario y sabiendo que habías dicho algo, he vuelto a leer el post intentando verlo como alguien que no sabe nada de mí. Y tenía otra pinta, es cierto. Bienvenido y gracias por dejar un rastro de tu paso.