20 noviembre 2010

Ser quien soy

A veces me es muy difícil hablar en algunos sitios. Yo soy la persona que relee y reescribe treinta veces cada post, comentario o respuesta de foro o de email, que mide el posible impacto de cada palabra en el lector o lectores, que usa entre cinco y diez veces (de haberla) la "Vista previa" antes de atreverse a darle a "Publicar", y que el ochenta por ciento de las veces cierra la ventana del comentario antes de decir una patochada, o incluso de dejar olvidada una posible idea inteligente.

Es superior a mis fuerzas. Antes de comentar en algún sitio, leo durante días, semanas o meses. Quiero decir algo pero no me atrevo. O lo intento, abro la ventana del comentario, me demoro 15 minutos elaborando un texto que exprese de forma adecuada mi conformidad o mi desacuerdo con lo que el autor afirma, que no sea agresivo ni tampoco adulador, que tenga un contenido interesante, que demuestre que dentro de mi cabeza, detrás de mi teclado hay una o dos sinapsis, releo, reescribo, sustituyo una palabra, busco otro sinónimo, otro más, me documento por si acaso lo que estoy diciendo es una animalada, busco información, contrasto. Y al final hago click en la cruz roja de cerrar ventana porque después de todo, lo que quería decir no era tan importante y no le iba a interesar a nadie.

Es muy raro (por no decir imposible) que yo envíe cualquier texto de forma espontánea, sin pensar demasiado, o sin pensar al menos un poco. Odio sumarme a los coros de admiradores incondicionales pero temo que si mi voz es discordante la gente, el autor, pueda confundirme con un troll que solo pretende destruir.

Otro problema suele ser la firma (al hilo de lo del otro día). ¿Añado el enlace a mi blog o no? A veces me tienta la manzana de decir libremente lo que me parezca, sin sufrir si una palabra no suena exactamente tan neutra como yo quiero, y disfrazarme de anónimo o escribir un nombre que no conozca nadie o mi k desprovista de enlaces, lo que sería prácticamente lo mismo. En estos casos, la conciencia me dice que no debo hacer eso, que una de las mayores satisfacciones es responsabilizarse de los propios actos, de las propias palabras, y el valor de mostrar que esa persona que firma, además, tiene algo que decir, interese al lector o no. Pero entonces surge la abrumadora timidez, el pudor de enseñar tan descaradamente quien uno es, aunque sea (me repito, lo sé) a personas que jamás verán mi rostro.

Es muy cansado ser quien soy, a veces. Yo también, como el anónimo del otro día, echo de menos aquella otra versión de mí que no pensaba que había alguien al otro lado leyendo, opinando, concluyendo, juzgando.

16 comentarios:

Carmela dijo...

Entiendo perfectamente lo que dices y además en estos días le ando dando muchas vueltas a estas ideas que escribes. Por un lado lo que en tus últimos post planteas, cosas que he leído en otros y mi propia experiencia. Yo nunca he andado por la red hasta hace unos meses que un acidente me obligo a reposo absoluto (más o menos), y empecé a blogear. Al principio solo leía y me iba, núnca se me pasaba por la cabeza opinar algo; por diversos motivos muy variados: corte,; ¿quién será esta que se mete en mi blog?; vaya petarda; que disparate....; cuándo llevaba un tiempo, empecé a hablar en algunos, claro como anónimo, o a lo mas con mi nombre, que en realidad no llevaba nada detrás; al cabo de unos meses abrí mi propio blog, bueno es algo particular y pasajero, ya que tiene un fin y no creo que demasiado tarde, y empecé a firmar con mi nombre-Blog. No hacerlo me parece que no es correcto y ponerlo me dá la impresión la mayor parte de las veces qué puede parecer que es para que te visitén, ¿creo que me entiendes?, y nada mas lejo de eso, ya que cómo te digo, se que lo mío obedece a un impulso momentáneo, tiene un motivo y soy consciente de que solo tiene un sentido para mí (por eso lo abrí) y poco que dar a nadie. Por otro lado este mundo de los blogs es a veces muy complicado, te das cuenta enseguida que la inmensa mayoría de las veces son cotos cerrados en los que te consideran intrusa y pocas veces la entrada de alguien nuevo, a no ser que tenga por detrás un super-blog, es aceptada. Pero los hay, hay blogs, te lo dije un día "con alma". Pero, al menos para mí, está siendo una experiencia positiva y cómo todo en la vida te sirve para andar tu propio camino.
Bueno K dirás que pare ya, pero ya ves esto que cuentas hoy llevo varios días dándole vuelta y me lance.
Un abrazo y me encanta tu blog y sobretodo lo que cuentas en él.
Carmela
Y no le doy a vista previa, que si no, no lo mando.

k dijo...

Si nos guiamos por lo que yo siento respecto a mis propios comentaristas, Carmela, sé que siempre, siempre se agradece un comentario. O sea, que si tienes que enviar sin usar la vista previa, por lo menos en mi blog no la uses nunca. Por lo demás, tú también expresas bien lo que yo siento. Supongo que lo mejor será dejar de darle tantas vueltas a todas estas tonterías. Todo es pasajero, de muy pocas cosas nos acordamos pasado un tiempo en realidad muy corto. Así que vamos a poner la importancia de estas cosas en el lugar que les corresponde...

Carmela dijo...

Claro que sí, sino no estaríamos aquí. Y a vivir que son dos días, haciéndo lo que realmente nos apetece, porque sí. Yo acabo de venir de un maraviiiiiiiiiiilloso paseo por la playa, que me ha sabido a gloria bendita, no sabía lo que podía echarlo de menos, cuándo era normal hacerlo. Y poco a poco retomare mi vida y este tiempo de "parada" obligatoria me ha encantado y las personas maravillosas que he encontrado.
Y a disfrutar con el "send".

k dijo...

Total, en cualquier caso siempre vamos a terminar diciendo cosas que los demás no entenderán.

Daeddalus dijo...

Yo no suelo pensar demasiado lo que escribo en el blog y como mucho lo releo una vez en busca de alguna errata, de lo contrario creo que si lo leyera y releyera lo borraría y nunca publicaría nada.

Con los comentarios sí me lo pienso más y la mayoría de las veces me voy con la sensación de haber escrito una estupidez y en muchas ocasiones me voy en silencio.

k dijo...

Es la mejor manera. Yo de verdad que estoy cansada de este rollo obsesivo que además no sirve para nada.

Y cuántas veces, pero cuántas, tiene uno la sensación de no estar diciendo más que tonterías en los comentarios... Si te consuela, tú no las dices :)

Nanami dijo...

La mayoría de los comentarios que escribo se quedan sin enviar... Qué gracia... Realmente no sé para qué nos sirve tanto lastre, tanta reflexión, tanto prejuicio. Que si es una tontería, que si no le va a interesar a nadie, que si a lo mejor ofendo... Como bien dices, al fin y al cabo nadie entiende como uno mismo lo que uno mismo escribe. Pero qué sería de nosotros sin estas inquietudes... A lo peor sin ellas no habría blogs...

k dijo...

Te lo digo yo: no nos sirve para nada, pero qué hacer.

Habría blogs, habría. Tal vez no serían tan profundos e interesantes como este, juas, pero habría. Hay otros motores igual de poderosos.

jafatron dijo...

Me has hecho pensar (no está mal para ser domingo). Es curioso que en los comentarios de los blogs queramos siempre asegurar el tiro. Se me ocurren de pronto un montón de teorías (seguro que todo el mundo tendría unas cuantas) y algo gracioso para una historia de ficción; me pregunto qué sería del mundo si pudiéramos utilizar la vista previa en la "vida real"...

Carmela dijo...

K, con permiso por usar tu blog, pero no he podido pinchar el blog de jafatron y su comentario también me ha hecho pensar y quería decirle que quizás para personas como yo impulsivas debería ser obligatorio, y meteríamos menos la pata, pero en el fondo creo que no, no creo que sea bueno. Creo que se perdería algo fundamental, al menos para mí, cómo es la espontaneidad y la sinceridad, si pudiéramos ver en vista previa Aúnque no quita que debemos ser conscientes de que cada cosa que hacemos tiene sus consecuencias con las que debemos apechugar, salga lo que salga, por lo que vista previa no, pero corazón en lo que hagamos si.
Un saludo

k dijo...

Yo me quedaría atascada en ella, jafa (hay algo muy parecido en un episodio de la primera de Misfits, pero igual ya lo sabes...) De todas formas no estaría mal, solo por probar...

Aunque Carmela tiene razón. Se perdería la espontaneidad (de haberla previamente, como parece ser su caso).

jafatron dijo...

Bueno, no sé los demás pero en mi caso podría decir que el 80% de las conversaciones que tengo en una semana me interesan poco o nada, y aún así hablo y opino. Si tuviera vista previa, siguiendo el comportamiento que tenemos en los blogs, probablemente decidiría al final pulsar la X y quedarme callado.
Lo que quiero decir es que en la "vida real" nos funciona hablar y opinar sin decir nada interesante, nos permite socializar, sin embargo aquí parece que todo debe tener contenido y sustancia.
Es curioso, nada más.

Daeddalus dijo...

Qué bueno esto último que dice Jafatron, qué bueno y qué cierto. Curioso, sin duda, no creo que el 90% de las conversaciones que yo tengo a lo largo de la semana superaran esa criba. ¿Dónde somos más nosotros o más reales, allí o aquí? O en ninguno de amnbos lados...

k dijo...

Joder, ni pensarlo quiero. Imaginaos ese porcentaje en una persona que se gana la vida hablando. Como dice Dae... "ni modo".

Mangamoncio dijo...

Pues a mí me pasa algo parecido también... A veces tardo siglos en escribir cualquier comentario para escoger perfectamente las palabras (tanto por la forma como por el contenido).

Vashti dijo...

Después de preguntarme mil veces por qué aquí me aplasta la timidez cuando en la vida real me relaciono y comunico normalmente, no puedo más que sonreir después de leer tu entrada y los comentarios. El detonante final ha sido el "la timidez es para los bares", de pronto me he dado cuenta de lo absurda que puedo llegar a ser. En fin, gracias por esta reflexión.
Un abrazo.