27 octubre 2011

Blade Runner (otra vez)

Ayer me mandaron un enlace a este vídeo:

android dreams from Samuel Cockedey on Vimeo

Al acabar de verlo no tuve mejor cosa que hacer, nada en esta vida me apeteció más que irme al salón y volver a ver Blade Runner . La vi por primera vez hace un poco menos de cuatro años (no recuerdo qué versión, pero no creo que tenga mucha importancia). En este tiempo la he vuelto a ver varias veces, porque se ha convertido en uno de esos sitios a los que vuelves.

Mientras la veía, recordé cómo me sentí la primera vez que la vi. Y pensé en cómo ha ido madurando mi relación con la película, cómo han ido asentándose mis ideas, y cómo se ha producido el amor, muy lentamente, de esa forma que hace que sepas que va a ser un amor para siempre. Ese amor que empieza con una atracción inexplicable, como la de Deckard y Rachael, y acaba echando raíces dentro de ti.

Ayer mientras la veía, llovía en la ventana, llovía igual fuera de la ventana que dentro, en la ficción. Había truenos y relámpagos.

Esta vez: el brillo metálico en los ojos de los replicantes, las luces que no hacen más que ahondar la oscuridad, la sonrisa dulce del solitario J. F. Sebastian, la fragilidad de Rachael, los diálogos simples que dicen lo que quieres oír ("Do you love me? - I love you; Do you trust me? - I trust you") , la impotencia de Roy, su conciencia de lo efímero de la vida.

De verdad, no entiendo por qué ya no se hacen películas así.

5 comentarios:

jafa dijo...

Yo tampoco lo entiendo. Me jode enormemente que la ciencia ficción se haya convertido en un género de circo. Nadie se la toma en serio, nadie piensa ya que se pueda hacer una buena peli si salen naves, aliens o robots o lo que sea. Son pelis de coca-cola y palomitas.

Claro que gran parte de la culpa es nuestra por elevar a categoría de obra de arte mierdas como The Dark Knight.

No sé... el género que tiene más margen para jugar con la imaginación y es el que menos sorprende. Este tema me toca mucho la fibra. Y los... bueno, da igual. Snif.

k dijo...

Tú habías visto The man from Earth, no? Ciencia ficción de la buena sin naves espaciales ni nada. Pero no es como Blade Runner. Eso no.

Jorge dijo...

Yo vi Blade Runner de pequeño, indescifrable y confusa en una de esas copìas de VHS que hacían ruido, que temblaban, que no respetaban el formato. Vi Blade Runner de adolescente, en un cineclub que se comía los rollos y que hacía que la proyección se parara una y otra vez. Vi Blade Runner en su último reestreno, en Kinépolis, en proyección digital, en todo su esplendor. He visto el montaje original, el del director, el final. Sigue siendo un cubo de Rubik que apetece retorcer para ver qué ocurre, para estrujarse una vez más la cabeza. Es una maravilla.

NoSurrender dijo...

Es una película enorme, única, brutal. Hace ya varios años que no la veo, tendré que volver a hacerlo pronto. Necesito la mirada de Roy y la desesperación de Deckard.

Supongo que no se hacen películas así porque no se puede estar a esa altura emocional, filosófica, cinematográfica y poética todos los días. Últimamente todo lo que veo es basura.

k dijo...

El interminable número de versiones solo son una anécdota, la magia de esta película es inmune a los montajes y remontajes, es verdad, J.

Lagarto, da igual cuánto tiempo tardes en verla y da igual cuántas veces la veas. Crece y crece, y siempre es como volver a casa.