23 octubre 2011

Pide un deseo

¿Sabéis cuando la cama se convierte en un barco a la deriva, cuando el mundo desaparece fuera de la ventana?

¿Sabéis cuando no hay más historias que las historias que quieres contar y escuchar, cuando todo el universo se pone a ritmo, cuando parece mentira que el resto de tu vida confluya en este preciso momento, cuando se te olvida pensar en qué caminos te han traído aquí y te importa una mierda adónde llevan los caminos que parten de aquí?

Pues eso exactamente es lo que quiero.

7 comentarios:

Gata Vagabunda dijo...

So... enjoy it! :)

k dijo...

Ok, I will... when I get it! :D

Maeve dijo...

Tú y to quisqui.
La lujuria es como el enamoramiento: Un segundo fugaz que todo el mundo busca como si valiera una vida.

Al final, si lo tienes permanentemente a tu alcance, es más como el chocolate: Se te indigesta, te salen granos y, encima, engorda.

Sólo es maravilloso en la imaginación que lo prevé y en la memoria que lo revive y esto sólo porque es escaso.

Todo esto para decir que sí, que yo también y eso.

Maeve dijo...
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Carmela dijo...

El problema de tener todo eso es que cuando desaparece el mundo parece u lugar terrible y cuesta ponerse en marcha de nuevo.
Lo bueno, haber vivido esa experiencia, recordar la sensación que se tenía y buscarla de nuevo.
Lo difícil mantenerla cuando se tiene.
Lo peor....vivir solo en ese recuerdo.

Un beso K

Maeve dijo...

Me se ha salido el comentario repes. Me lo borre si eso :s

k dijo...

Maeve, tienes mucha razón. Bueno, no es que haya pedido que dure eternamente, you know...

El mundo parece un lugar terrible de todas formas, Carmela. Esos momentos de magia sirven para compensarnos un poco por ello, ¿no?