(sin título)
Podría hablar del calor que ha hecho este par de días en mi ciudad (el sol derramándose sobre las calles y colándose por las ventanillas de los coches, las sandalias y los tirantes).
Podría hablar de la unidad didáctica que por fin he depositado esta mañana en el mostrador de registro de la delegación de educación (ya tengo un sello, después de vueltas, angustias, traducciones al gallego, correcciones, reescrituras, envíos, análisis).
Podría hablar de la muerte que sobrevuela mi familia (las horas en el hospital, el silencio detrás de las charlas de la gente, el grupo de gitanos que ha plantado allí su campamento, el chico de 23 años en coma un par de camas más allá, el terrazo, los desconchones, los arañazos en las paredes del ascensor, las ojeras, el miedo).
Podría hablar de la excursión que voy a hacer el jueves a Barcelona (Offf, la creación digital, la música electrónica, el flash, catorce alumnos que dormirán juntos en la misma habitación de un albergue, el avión, la previsible cena con la familia).
Podría hablar de cómo estos últimos días se me han trastocado todas las rutinas (la tele después de comer, los ratos de estar sola, la lectura, las pelis, internet).
Pero no tengo ganas. Me disculpáis.
14 comentarios:
Vaya, cuánto se puede odiar la rutina y cuánto se la puede echar de menos a veces..., las cosas se revuelven pero luego se terminan por colocar, de una u otra forma siempre se colocan.
Mientras tanto el jueves estaré atenta a ver si veo por la calle a catorce personas que parezcan estudiantes gallegos y una opositora con futuro aprobado ... ;-)
Mucho ánimo, K, muchos abrazos, muchos achuchones cargados de buena onda, como dicen los mexicanos. Mucho de todo para que recuperes la sonrisa. Chilla si necesitas ayuda, eh...
Besos.
Un apapacho muy fuerte y p'alante, siemmpre p'alante.
v.v.
Es tu casa, las llaves las tienes tú. Ábrenos la puerta cuando estés con ganas... Biquiños
Da igual lo que escribas, k. Lo importante es no dejar de observar, por dentro y por fuera.
Ni se te ocurra disculparte. Por aquí seguimos para cuando vuelvan las ganas. E incluso si no vuelven.
Un abrazo fuerte, K.
Ojalá que la marea baje pronto.
Uno: Disculpada.
Dos: Disfruta de Barcelona.
No sé si os hacéis idea de la compañía que pueden dar palabras como las vuestras.
Gracias.
Ya hacemos demasiadas cosas sin ganas como para encima forzarnos a lo que sí podemos evitar.
Te conozco de poco pero lo que dices lo entiendo perfectamente. Así que muchos ánimos y un beso!
Lo bueno de la tempestades es que llega un momento en que desaparecen y vuelve la calma. Deseo que escampe pronto también para ti.
K. siempre me acuerdo del refrán de cuando llueve, escampa (que por cierto en gallego suena mucho mejor). Mientras, si necesitas paraguas ya sabes que puedes contar conmigo, los tengo de colores que alegran los días oscuros. Un abrazo y besazos.
A veces suele ser lo ideal... no decir absolutamente nada.... Aunque el silencio dice mucho.
Saludos
¿qué tal vas con tu oposición,K?
Muchos ánimos!
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