Regalos de Navidad
Voy a comprar regalos a un gran centro comercial. Paseo entre las estanterías, hablo con mi hermana por teléfono para comprobar los precios en las distintas comunidades autónomas de uno de los regalos comunes. Los precios, por cierto, son iguales. En los productos estrella no hay diferencias.
El tiempo se me va mirando las ofertas de dvd. Al final me llevo el regalo (un reproductor de dvd y divx para mi hermana) y tres pelis para mí: En el nombre del padre, Master and Commander y 21 gramos. Muy a mi pesar, dejo atrás Uno de los nuestros y Taxi driver y alguna más que ahora no recuerdo.
La de Sheridan y la de Weir son buenos recuerdos que quiero reavivar. Cada una, claro, en su esquina del mundo. De la primera recuerdo la seca sensación de desolación en la garganta; de la segunda, la satisfacción de haber visto un ejercicio correcto y entretenido y de haber asistido a un tipo de relación humana al que las mujeres solemos ser ajenas. La de González Iñárritu no la he visto pero quiero hacerlo antes de Babel. Y me fío de lo que he leído por ahí y me creo que no me arrepentiré de tenerla en propiedad.
Cuando me pega el vicio soy imparable. No tengo ningún control de mí misma.
Supongo que son mis regalos de Navidad. Me preguntan mis familiares qué quiero y contesto que nada, que libros, pelis, música; pero soy demasiado rara, dicen. La última vez me contestaron: "si quieres un libro te lo compras tú".
Bueno, eso es lo que he hecho.
2 comentarios:
Te contaré un secreto. Desde hace un tiempo, elaboro para estas fechas y mi cumpleaños una serie de listas. Una de libros, otra de pelis, otra de discos. Es lo único que quiero. Pongo una lista larga y meditada. Y digo... ahí tenéis, entre esos cincuenta discos, darme la sorpresa. Lo tengo claro.
Luego, también es cierto que los más allegados saben cómo sorprenderme, y se salen del guión para bien. Lo que tengo claro es que no quiero ni el jersey a rayas, ni los guantes, ni la colonia, ni yo que sé.
De esta manera, me han regalado la colección de Charles Chaplin en DVD, o la del Padrino, o el imprescindible libro de arte de Gombrich.
Por cierto, yo también soy imparable cuando se trata de libros y discos. Y me hubiese quedado con los descartes de Scorsese. Taxi Driver es posiblemente la peli que más me ha impactado en la vida.
Un abrazo
Ah... Taxi Driver la tengo en casa, prestada de la biblioteca de la Escuela... la idea era grabarla. Lo que me dio pena fue el formato... una carcasa que era una preciosa caja de lata, los extras... total, por diez euros... espérate que no vuelva a por ella!
No es mala idea lo de la lista, la verdad!
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