03 septiembre 2007

Necesito una revolución

Uno de los libros que estoy leyendo ahora (empecé ayer, no voy a hacer una crítica literaria) se titula Moteros tranquilos, toros salvajes, y lo ha escrito Peter Biskind. Al parecer trata sobre la década prodigiosa del cine de Hollywood que, como todo buen cinéfilo sabe, es la de los 70. En la introducción hace un resumen de la situación antes y después de la aparición de aquel grupo de jóvenes que llegaron rompiendo todos los moldes: Scorsese, Coppola, Kubrick, Spielberg o Lucas, por nombrar solo a los más famosos de entre los directores.

Como todavía estoy en la preproducción de Bonnie and Clyde no voy a emitir ninguna opinión sobre este ensayo por ahora. Entonces para qué coño estoy escribiendo esto.

En fin. Es que se me ocurre mientras leo que el cine necesita un buen meneo como el que le dio aquella gente en aquel tiempo. Y que ahora no hay lo que tiene que haber para que eso suceda. No hay creatividad en aquel lado, no hay valor en los que toman las decisiones, y tampoco, probablemente, hay un público de este lado que respalde una revolución de ese calibre, aunque el tópico más manido reza con razón que lo que el público quiere es siempre un misterio.

Pero después miro a la televisión y pienso que tal vez es ahí donde está la esperanza. Bueno, no miro la televisión sino el ordenador, reconozco que lo pienso viendo Boston Legal en streaming (qué invento), que no es precisamente una serie revolucionaria en apenas ningún aspecto (es una heredera directa de Ally McBeal) pero es divertida, tiene buenos guiones, algunas buenas interpretaciones y una producción cuidada y tiene mucha, mucha calidad.

Se me ocurre que el futuro, la revolución, la alternativa, está en Los Soprano, en A dos metros bajo tierra, en 24, en Perdidos, en Dexter… La televisión está cambiando. Nosotros, los espectadores, también. Decía el otro día Hernán Casciari en Espoiler que el concepto de espectador ha cambiado. Estamos dejando de ser un ente alienado y descerebrado que se traga lo que la pantalla escupe, para pasar a ser personas que deciden lo que quieren ver y por qué lo quieren ver y que no comen mierda solo porque es lo único que hay. La mierda ya no es lo único que hay.

Esta tarde he mirado la cartelera de los multicines de Ponferrada porque no sabía qué hacer con mi tiempo. La oferta era la siguiente (no me voy a tomar la molestia de enlazar nada con imdb, como supongo comprenderéis):

Bratz,
Death Proof (Grindhouse),
Doraemon y el pequeño dinosaurio,
Dos días en París,
El club de los suicidas,
El ultimátum de Bourne,
La última Legión,
Locos por el surf,
Los Simpson: la película,
Los 4 fantásticos y Silver Surfer,
Ratatouille y
Sigo como Dios.

Reconozco que Tarantino llamaba mi curiosidad, pero no para hacerme media hora en coche.

No sé si se entiende lo que digo.

7 comentarios:

Lula Fortune dijo...

Se entiende todo perfectamente.Desde luego en series como Los Soprano ( a la que reverencio)hay más cine, guión, interpretación etc que en la mayoría de las horas y media que perdemos soportando a los palomiteros. Tengo que romper una lanza en favor de El ultimátum de Bourne. No solo ésta, si no la trilogía entera, es cine de acción de primera clase.Trepidante guión, montaje fantástico y una actuación de Damon sobria y acertada. Pasarás un rato en vilo.No me riñas si no es así:(. Esto de recomendar películas es bastante peligroso. Un beso.

k dijo...

Sí, ahí tengo que reconocer una grave carencia. Se solucionará en breve :)

NoSurrender dijo...

Ah, y te dejas a Allen, Cimino, Altman, Polansky… ¡qué época!

Es curioso, tengo un amigo que se dedica al cine y piensa lo mismo que tú; que el futuro creativo y financiero está en esas series, que es donde, hoy por hoy, están los mejores guionistas y los realizadores más arriesgados. Por cierto, a él le encanta Boston legal, y trata de convencerme para que la vea. En cuanto alguien me regale diez o doce horas ¡me pongo!

Yo olvidaría la cartelera, sí (me han recomendado Cuatro Minutos, pero veo que está en tu lista). Mejor una cena brutal con uno de esos vinos que tenéis por allí los medio leoneses – medio gallegos ¿no?

Anónimo dijo...

Coincido con vuestra opinión.

Y también recomiendo Boston Legal, ácida, rápida e inteligente, lo que falta en el cine.

Anónimo dijo...

Antes de que se me olvide,¡Felicidades y un besazo con mucho retraso!. Y ahora a crear un poco de polémica (parece que vuelvo peleona), no he visto aun la peli de Tarantino pero ¡no quiero ni pensar que pueda defraudarme! Y espero que esa cartelera se deba a la resaca del verano, con el frío empezarán a despertar las neuronas y seguro que cambia el panorama (me en modo pensando en positivo).
Respecto a lo que comentabas de las series estoy totalmente de acuerdo, en los últimos años hay verdaderas joyas. Por cierto desde aqui una petición a los programadores televisivos, que dejen de repetir episodios de "A dos metros bajo tierra" y nos deleiten con nuevos.

Antígona dijo...

Por supuesto que se te entiende, K. Pero en mi caso no puedo opinar. No he visto ni Los Soprano, ni 24, ni... en fin, ninguna de las series que nombras. Me quedé en Doctor en Alaska, qué le vamos a hacer.

De todos modos, sigo pensando que la experiencia de sumergirse durante un par de horas en una historia que se relata completa, de principio a fin, en una pantalla no puede ser sustituida por la de las series. Son formatos diferentes, proporcionan experiencias distintas, y creo que algo importante se perdería si dejaran de hacerse películas.

Un beso

k dijo...

Es verdad, Lagarto. Escribí los primeros que vinieron a mi cabeza (y supongo que se puede hacer algún análisis de eso, porque es una forma novedosa de escritura automática, tal vez). Me alegra saber que no soy la única que piensa estas cosas tan peregrinas. Boston Legal es una serie que merece la pena ver. Sobre todo por los personajes de James Spader y William Shatner (joder, el capitán Kirk...). Lo de las cenas brutales ha sido más o menos la tónica general del verano... era por cambiar algo.

Mavi, bien resumido :)

Ladydark, ¿te puedes creer que me estaba empezando a preocupar? Me alegro de verte. Y puedes estar segura de que al menos parte de la culpa de esta cartelera es del verano, sí. Con el otoño vienen las cosas interesantes. Espero. Y lo de pensar en positivo, un punto positivo para ti. A los programadores televisivos no sé qué les enseñan en el cole... yo hace tiempo que los di por imposibles.

Antígona, hay que ver más la tele, eh... Aunque Doctor en Alaska sigue siendo la reina absoluta del mambo. Nada puede sustituir una buena experiencia de cine. Pero estas son cada vez más escasas, y a la tele le ha dado por repartir calidad. Son cosas diferentes, la diferencia que hay entre leer novela y cuento o un buen artículo periodístico, por ejemplo: distintas formas de obtener placer de una misma actividad. Podemos buscar más paralelismos interesantes :)