Bilbao, 26 de noviembre de 2007
Bueno. He ido a tres conciertos de este señor en total pero todavía no he hecho una cola. Bueno, sí. Hice una cola inútil el día dos de octubre. Hacer colas no me parece el colmo del fan. Hay cosas mejores que hacer colas.
En Bilbao había cola cuando llegó nuestro autobús. Yo, en lugar de sumarme, me fui a tomar cervezas con unas personas a las que no había visto nunca hasta el día anterior.
Sí, vale. La promesa de papá Noel era disfrutar de primeras filas sin colas. Pero era una posibilidad, no una certeza. La posibilidad era suficiente y me permitió pasar un rato impagable. No lo pagan los euros de la entrada ni lo paga nada.
Y vuelvo a rectificar lo de la cola, porque la había para las cervezas en la barra. Y la hice, vaya si la hice. Y tan a gusto.
Al final no hubo primeras filas. Pero tuve un regalo mejor. Y la persona que me hizo el regalo me pidió disculpas como si tuviera algún motivo, como si yo no fuera feliz. Hubo dos personas que renunciaron a su propio lugar en las primeras filas solo para quedarse conmigo en un sitio cualquiera en medio del mogollón, escorados a la derecha, al lado de la barra, más o menos en ninguna parte. Pues, señores, cualquier sitio puede ser el mejor sitio. Ahora lo sé.
Y de nuevo lista de canciones deseadas. Yo quería Backstreets. Tú, Kitty's back. Ella, verte feliz.
Qué buen concierto. Desde la primera canción se notaba algo especial que no había estado, no del mismo modo, la noche anterior. La noche anterior, Madrid, fue especial y maravillosa, inolvidable por muchos motivos, única, porque sonó Candy's room, porque sonó No surrender, porque sonó Thunder road, porque yo estaba allí, con vosotros a no muchos metros de mí, dentro de mí. Pero la banda en Bilbao fue otra cosa. Estaban despiertos y vibraban. Hicieron que no importara ver a Bruce, Nils, Steve o Clarence solo cuando se colaban en los huecos entre las cabezas de la gente. Veía a Max y Roy todo el tiempo, qué putos genios, qué maravilla.
A la mitad de Promised land yo no sé qué coño me pasó pero, si siempre me pone los pelos de punta ese "mister, I ain't a boy, no I'm a man", ese día me destrozó, y cuando estaba a punto de no poder más, empezó a cantar esa cosa de "what others may want for free", y supongo que no pude más. Y entonces alguien vino y me abrazó. Y si en Madrid me había sentido feliz de estar sola, en Bilbao me sentí privilegiada por tener aquella compañía.
Cuando empezó la intro de piano de Bacstreets supe que, contra cualquier pronóstico, superando cualquier expectativa, por una vez en la vida, iba a ser la segunda noche consecutiva de conseguir sueños. En un verano suave e infecto Terry y yo nos hicimos amigos, intentando en vano respirar el fuego en el que estábamos naciendo, largándonos a las afueras, sujetando la fe entre los dientes, durmiendo en aquella vieja casa abandonada de la playa, consumiéndonos de calor y escondiéndonos en los callejones, escondiéndonos en los callejones, con un amor tan duro y lleno de derrota, corriendo por nuestras vidas de noche por los callejones. Recuerdas todas las películas, Terry, que fuimos a ver, intentando aprender a caminar como los héroes que creíamos que teníamos que ser? Y después de todo ese tiempo, encontrar que sólo éramos como los demás, solos en el parque y obligados a confesar que nos escondíamos en los callejones. Juramos que siempre seríamos amigos, en los callejones hasta el final. Siento que no sonara Incident en su lugar, J, pero esta canción me hacía falta.
Y los tres sabíamos, desde el principio, que Kitty tenía que volver. Dijimos, pensamos, "ahora es el momento, venga, tócala ahora", después de Girls, y no, pero no importaba porque la que sonó fue Tenth avenue y ya era la hostia, la cosa más flipante del mundo, aquello sonaba de escándalo y yo jamás soñé con escuchar una cosa así en directo. Y bueno, entonces acabó y de repente sonó el primer punteo del enésimo milagro del fin de semana. Y dio igual estar en el culo del mundo del concierto, dio igual no verle la cara a Bruce, dio igual la diminuta decepción del pit, dio igual el enfermo mental que se dedicó a dar alaridos a nuestro lado durante medio concierto, dio igual la música de cuarenta principales del autobús y dio igual todo, por ver esa cara, esos ojos, por esos diez minutos de cosa inverosímil llamada Kitty's Back. Oooh, what can I do? De verdad, ¿qué importa todo? ¿Qué importa que nadie más lo entienda?
Así que no sé. Si no me muero antes, tengo que volver a ver un concierto de esta gira. Ya será mucho pedir NYC serenade, pero me estoy acostumbrando a ver hechos realidad mis sueños más insensatos.
9 comentarios:
Ahhhh, pocas cosas hay tan placenteras como romper la barrera de lo casi imposible para perder miedos y vergüenzas y convertir el ¿Por qué no? en toda una filosofía de vida...
(Vaya, tu blogger ya no me deja poner mi blog bajo mi nombre...)
Los sueños insensatos y las locuras espontáneas son siempre productos fuera de temporada, y ese es precisamente uno de sus atractivos, la sensación de libertad que otorga el pensar "tal vez no debiera pero... ¿y que más da?"
Si la experiencia, además, como en tu caso, ya es de por sí una gozada, entonces el placer sube de nivel.
Yo, últimamente, estoy más por las locuras que por los sueños, pero es tan solo una maniobra para despistar mi realidad, aunque funciona.
Me alegro que disfrutaras tanto en los conciertos. Espero que puedas sumar alguno más.
Desde luego, has tenido un domingo y un lunes muy intensos, k. Espero que tu sábado también fuera bueno, para redondear tu largo fin de semana. Y que todas las personas que conociste esos días te parecieran maravillosas.
A mí, ya puestos, se me ocurre pedir más: Bobby Jean, Brilliant Disguise, Hungry Heart, Incident, Jungleland, My beautiful reward, Prove it all night, This hard land y Stolen Car. Sobre todo Stolen Car, que no la suben a un escenario desde septiembre de 1985.
Alguien dijo una vez: La energia ni se crea ni se destruye, tan solo se transforma ...................en R'n'R ( y eso se verifica despues de ver la E street).
Fanshawe, ojalá me dure mucho tiempo este estado mental. (Y es verdad, la nueva forma de identificarse en blogger es una mierda.)
Jafatron, la mayor parte de los sueños no se cumplen sin hacer locuras.
Lagarto, que hay que explicártelo todo. El más insensato de todos los sueños se cumplió el sábado. Léame entre líneas, haga el favor... :)
Añadiré a tu lista Drive all night y, ya puestos, The ghost of Tom Joad. Y Rosalita. Y My hometown. Y Tougher than the rest. Y...
I'm rocker, serás quien creo que eres? Bienvenido en cualquier caso.
No hay ningún sueño insensato, k. Por eso los sueños son sueños.
Y ¿cómo no contar en algún momento con la posibilidad de que se cumplan, cuando cosas aún más insensatas o imprevisibles suceden sin que ni tan siquiera lo pidamos? Como que dos personas renunciaran a sus mejores puestos por no dejarte sola. Hechos como ése me hacen seguir confiando en el género humano. O, al menos, en algunos de sus individuos.
Váis a acabar haciendo de mí una Springsteenmaníaca. Y eso que sigo pensando que algo de patológico tiene :P
¡Un beso!
Yo también creo que tiene algo de enfermizo. De hecho, estoy seriamente preocupada por mi salud mental. Pero bueno, supongo que tenemos que aceptarnos con esas cosas raras también.
Estamos vivos :)
jajajajaja, K, yo tengo, ese inicio del Kittys, que viene encadenado del 10th avenue, en mi movil como llamada entrante, ya desde hace 3 años... Fue el gran momento. Y te entienden-mos. Muchos. ;-)
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