25 marzo 2007

Por la boca vive el pez

Pues el concierto fue la hostia. Como no acostumbro a asistir a este tipo de eventos (siempre he sido pobre, entre otras cosas), me planté en la puerta poco después de la apertura, así que me tuve que tragar la cola, la espera y el asunto de los teloneros, que nunca he entendido y nunca entenderé. A mí me da mucha pena pensar en la pobre banda que tiene que cantar siete o diez canciones que nadie conoce y que nadie ha ido a escuchar como una especie de aperitivo que a nadie le apetece comerse. Los chicos no tocaban mal, se llamaban Zodiac o algo parecido y recordaban un poco al aire de la movida madrileña o algo así. El cantante era educado y sencillo cuando hablaba, y tenía un cierto sentido estético a la hora de cantar y bailar que no estaban mal. Quizás algún día (así lo espero) toquen para un público que haya pagado por verlos a ellos.

Como soy tan guay, tan rara y alternativa y esas cosas, me llevé un libro por si acaso, y la verdad es que hice bien. Tuve unos tres cuartos de hora para leer, sentada en las gradas. No me gusta sentarme en las gradas en los conciertos porque luego me da corte levantarme a cantar y bailar, pero tengo un problemilla de cervicales que no se arreglará tirándome dos horas mirando hacia arriba con los brazos en alto, los años y los pies planos pasan factura, si no lo sabíais, os lo digo ahora, para que lo sepáis.

El caso es que un par de horas, un par de capítulos y unos teloneros más tarde, las luces se apagaron (otra vez) y saltó al escenario la gente que había ido a ver. Y oye, es empezar la música y yo soy incapaz de estarme sentada. Miré hacia atrás y me di cuenta de que la gente se quedaba allí como si estuviera en el cine o en la ópera, así que supe que si me levantaba, me iba a caer como mínimo una patada en la rabadilla.

¿Qué hacer? Pues nada, como estaba cerca de las escaleritas de acceso a los asientos, me puse de pie en un escalón y estuve bailando allí mismo, en el puto medio de toda la gente sentada que bailaba con la cabeza, como en un concierto de jazz. Al principio me dio corte, pensé que todo el mundo me estaría mirando el culo o algo así, pero luego supuse que la gente no paga veinte euros para verme el culo a mí si tiene al hormiguillo de Fito Cabrales enfrente. De modo que me desinhibí y me dediqué a cantar todas las canciones que conocía, es decir, todas las canciones.

Me divierte mucho Fito, tiene frases tontorronas que me hacen sentir bien ("¿quieres ver el mundo? Mira, está debajo de tus pies") y canciones enteras que me emocionan mucho, como la que puse el otro día y que tenéis ahí debajo.

Así que bailé, canté y disfruté mucho. La música en directo, sobre todo si está bien tocada, es algo que te saca de tu vida por completo, hace que el mundo se pare fuera de las ventanas y de las puertas, un poco como cuando te metes en una habitación y en una cama con la persona que te gusta, pero con otros matices, ya sabéis.

La banda tocó y tocó y se divirtió de lo lindo divirtiendo al respetable, que se divirtió de lo lindo también. La gente saltaba y cantaba y bailaba, encendía los mecheros y grababa con los móviles. Lo bueno de ponerte en la grada es que, además de ver las cosas a una altura respetuosa con tu cuello tienes un espléndido plano general de las cabezas. Es un poco como dar tú el concierto pero sin dar el cante y sin que nadie te mire. Ves cómo la gente, convertida en uno solo, responde a cualquier movimiento del cantante, a cualquier mirada o gesto, cómo ondula la superficie como un ser vivo independiente de los individuos que lo forman, y la verdad es que es emocionante ver eso, te mueres de envidia por que alguien pueda conseguir algo así, esa comunión entre la gente, todas las miradas clavadas en un único punto, todo ese mogollón disfrutando junto y compartiendo algo importante.

No está mal como experiencia ir sola a un concierto. Cuando salí de allí me sentía bien, relajada, como si me hubiera dado una buena ducha caliente. Cerrar los ojos y dejar que la música te rodee, atronadora, por todas partes, abrazándote, es una de las mejores cosas que puede hacer una persona un fin de semana cualquiera, sean cuales sean las obligaciones, los problemas o los miedos. Es una forma de recordarte que estás vivo, que el mundo gira sin tener en cuenta tus pequeñas cosas, que la vida también está donde casi nunca miras.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Fito ha sido la banda sonora de mi fin de semana. Pero escucho una vez más "Me equivocaría otra vez" mientras te leo. Me gusta tanto la canción como tus palabras, así que gracias por estos cinco minutos de emoción. Ha sido como estar en el concierto a través de tu mirada.

JES

JJ dijo...

No me gusta nada Fito...pero los Zodiacs son nuestros vecinos de local de ensayo y son gente bastante maja, se merecen mucha suerte...

Besos, hacía tiempo.
J

Gata Vagabunda dijo...

Perdón por el comentario insustancial pero... ¡es que a mí también me pasa eso del culo! glups

k dijo...

Ojalá pudiera transmitir la mitad de lo que sentí, Jes.

J, ya me imaginaba que a ti Fito ni fu ni fa (valga la aliteración). Es para brutos musicales como yo, no para entendidos :) Los Zodiacs me parecieron majos, sí, y lo hacen bien. Se merecen la suerte que les deseas. Y curiosamente, me hicieron pensar en Hairy Ladies...

Gata, es ese tipo de cosas de las que no nos desprenderemos nunca...

Anónimo dijo...

A mi, que si me gusta Fito, me hubiera encantado acompañarte a ese concierto, cuando vas a algo asi sales renovada, has cantado a grito pelado, te has movido hasta que los pies te piden un poco de conmiseración, en fin, mejor que un balneario o por lo menos más animado ;).

JJ dijo...

Vaya, pues parece que hubo conexión HL-Zodiacs. La verdad es que aunque nos vemos bastante por el local de ensayos, apenas charlamos...

J

desconvencida dijo...

Hay conciertos (la mayoría) en los que es imposible permanecer sentada...

Precisamente recuerdo uno al que fui sola, era gratuito, en la universidad y nadie me quiso acompañar. Era del grupo Songs: Ohia, cómo lo disfruté :D

Camille dijo...

A mi me encanta Fito. Muchísimo !!
Es un poeta...

Tu blog. También me ha gustado. Vengo de Serenatas....