12 abril 2008

For you

Las primeras canciones de Bruce Springsteen tenían unas características especiales. Los dos discos previos a Born to run, que fue el álbum que les lanzó a la fama y que marcó para siempre el camino que habrían de seguir, tienen canciones intensas, largas, con melodías en ocasiones extrañas y peregrinas, sinuosas, llenas de tensión, con letras muy poéticas, oscuras, a veces casi surrealistas, de muy difícil interpretación. A veces hay que recurrir a las tripas para entenderlas, o renunciar a eso y solo dejarse llevar por las sensaciones con los ojos cerrados.

Cada lector lo sentirá de una forma. Algunos de vosotros pensaréis algo como "bueno, aquí vuelve esta pesada con Bruce". Otros conoceréis mucho más que yo todas estas canciones y estas historias y tal vez le déis al play con una sonrisa. Alguna persona descarriada se tomará la molestia de escuchar esta canción por primera vez con atención y tal vez sienta los mismos escalofríos que siento yo cuando canta 'So you, left to find a better reason than the one we were living for and it's not that nursery mouth I came back for; it's not the way you're stretched out on the floor cause I've broken all your windows and I've rammed through all your doors; and who am I to ask you to lick my sores?'

Sea como sea, que la disfrutéis. Si tenéis tiempo, escuchadla dos veces: primero solo miradle la cara al cantar. Después, si tenéis curiosidad, leed la letra.



.... tú y tu cara de poni y tu union jack
coge a tu bromista local
y enséñale a actuar.
Te juro que yo nunca fui así,
ni siquiera cuando de verdad me derrumbé.

¿No creías que yo sabía que habías nacido
con el poder de una locomotora,
capaz de saltar rascacielos con un pequeño impulso?
Y tu suicidio de Chelsea sin ningún motivo aparente.
Podías reír y llorar con el mismo sonido.

Y tu fuerza es devastadora en el rostro
de todas estas probabilidades.
¿Recuerdas cómo te tuve esperando
cuando era mi turno de ser el dios?

No eras ni la mitad de orgullosa
cuando te encontré rota en la playa.
Recuerda cómo te eché sal en la lengua
y me puse fuera de tu alcance.
Y la banda tocaba la canción de regreso al hogar
mientras yo acariciaba tu mejilla.
Aquella mellada, rota melodía
aún la tengo pegada como una sanguijuela.
Pero aquella medalla que llevabas en tu pecho
siempre se ponía en medio, como una niña pequeña
con un trofeo tan delicado que lo conseguía todo.
Los dos éramos autoestopistas, pero
tú tenias el oído afinado al rugido
de un motor de metal templado
en una lejana orilla extranjera.

Así que te fuiste para encontrar una razón mejor
que aquella por la que vivíamos
y no es por tu boca sanadora por lo regresé.
No es por la manera como estás tirada en el suelo
por lo que he roto todas tus ventanas
y he reventado todas tus puertas.
Pero ¿quién soy yo para pedirte que
lamas mis llagas?
Y debes saber que es verdad...

Vine por ti, por ti, vine por ti,
pero tu no necesitabas mi urgencia
Vine por ti, por ti, vine por ti
pero tu vida era una larga emergencia
y tu fila de multitudes me urge,
y mi electricidad surge libre.

1 comentario:

Luciérnaga dijo...

Hola ,siempre es un gustazo escuchar a Bruce. Creo que lo de las letras oscuras ocurre siempre en los comienzos de cualquier cantautor .Con el tiempo la sencillez y la claridad ocupan su lugar.

Saludos