Hay sentimientos, recuerdos, palabras, que tenemos guardadas dentro, al fondo, debajo de todo. No las compartimos nunca con esas otras personas que guardan sentimientos y recuerdos y palabras complementarios porque tenemos miedo de los otros abismos, o miedo de lo que se puede desenterrar. Miedo de sufrir y de causar dolor. Más dolor.
No son buenos ni malos estos silencios. Hay personas que necesitan hablar y personas que necesitan callar. Todos sabemos que esas palabras que no se pronuncian están ahí, debajo de todo lo del otro. Tal vez esperando el mejor momento o tal vez sabiendo que nunca habrá un momento adecuado.
Hay dolores que es mejor no revivir. O quizá revivirlos ayuda a conjurarlos.
Yo no lo sé.
13 comentarios:
"Somos dueños de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras"....
"Se levanta el telón y se ve a la novia del Pato Donald que entra en la Sala de análisis de un Hospital con un frasquito de muestras en las alas. Se baja el telón"
"Se abre el telón y se ve, una enfermera que sale de la sala de análisis con el frasquito en la mano en dirección al laboratorio. Se baja el telón".
¿Cómo se llama la peli?....
"Paseando el pis de Daysi"
Saludos desde el continente negro
Sí... conozco tu postura al respecto :)
Los chistes... los inventas tú?
(Qué pregunta más tonta, heh...)
Una vez me dijo Bruce Springsteen que en la vida hay dos motores que manejan todo lo que hacemos y todo lo que sentimos: uno es el amor y otro es el miedo.
Y, a veces, los fantasmas sólo se hacen reales cuando pronuncias su nombre. Como Bitelchus.
O no. No sé...
A veces esos fantasmas ni siquiera necesitan ser invocados en alto, se aparecen en sueños...
K, evidentemente, los invento yo. No veas las horas y horas que paso frente al espejo ideando chistes que escribir en este blog......
¿Será esa la causa de que se me esté quedando cara de besugo desnutrido?..... No creo, más bien eso venía de fábrica....
África ceibe!!!!!
On his right hand Billy tatooed the word love and, on his left hand, the word fear... Conozco esa idea, aunque no la he visto en el mismo lugar que tú, Lagarto... y la comparto en gran medida.
También coincido con Desconvencida: aunque no se hable de los fantasmas, no se esfuman. Eso es lo que nos gustaría. Se quedan ahí escondidos y aparecen cuando bajamos la guardia. Pero nos comen por dentro sólo a nosotros. El problema de no hablar de ellos es que los demás no saben hasta qué punto nos afectan.
La cara de besugo venía de serie, señor africano, no intente engañarme, que soy perro viejo. Viejísimo.
Depende de los fantasmas, hay algunos que pueden ser mostrados, enseñados y que dejamos ver a los otros, pero yo creo que existen esos fantamas tan intrínsecos a nosotros que no podemos darles salida, que viven pegados a nuestro mas interno yo y son parte de nosotros. Para mi son esos fantasmas que ni nombras ni piensas, de los cuales sólo llegas a medio vislumbrar su apariencia, que te inquietan desde el momento en que sabes de su existencia dentro de ti y sin embargo son casi unos desconocidos (perdonar por la parrafada críptica)
Bueno, no es más críptica que mi post... lo bueno de estas cosas es que las interpretas a tu forma, con tus sentimientos, las adaptas a tus propios fantasmas... es lo que he hecho yo con tu parrafada críptica. Y estoy de acuerdo :)
A mí los fantasmas no me preocupan demasiado. Suelen ser viejos, entrañables, casi familiares de tanto verles por casa. No está mal que anden deambulando por ahí, así nos recuerdan lo que eramos hace un tiempo, el lugar a donde podemos volver sino apretamos los dientes.
Lo que me preocupa de verdad son los demonios. Eso sí.
Felson.
Sí, bueno... en mi tierra hay un dicho para estos casos, Felson: chámalle equis :)
k dijo: El problema de no hablar de ellos es que los demás no saben hasta qué punto nos afectan.
No podría estar más de acuerdo, pero no sé si darte las gracias o maldecirte por recordármelo ;-)
http://www.youtube.com/watch?v=KBoeCqZe4CU
:) No me maldigas, C. Acabarás por volverlo a olvidar.
Lagarto. Gracias.
Publicar un comentario