10 enero 2007

Voz en off

Después de la última frase del comentario de ayer, hoy he visto una película con voz en off que funciona: En el nombre del padre, de Jim Sheridan.

La historia arranca en el interior de un coche, donde vemos una mano que mete una cinta en un radiocasette. La voz empieza a hablar. Un hombre cuenta su historia.

Debo de ser un poco simple. Las voces desde la ultratumba sólo me gustan en las series de la tele (Mujeres desesperadas o Anatomía de Grey me las trago sin protestar... demasiado). Es decir, cuando no exijo o no espero mucho, sólo pasar un rato sin pensar. En cine, sin embargo, me parece que (teniendo en cuenta lo mucho que ha avanzado la narrativa cinematográfica) es un recurso pobre.

En el caso de la película de Sheridan, esta voz narradora que nos guía a través de la trama tiene una justificación inicial (la cinta donde está grabada la historia) superficial, pero que después se torna profunda: cuando Gerry Conlon cambia de actitud y decide ayudar a Giuseppe, su padre, y a Gareth Peirce, la abogada, con la campaña para defender su inocencia, se desespera porque no es capaz de escribir; su padre le regala entonces una grabadora para que pueda explicar su historia. Estupendo recurso.

Todo lo que aparece en pantalla, todo lo que se ve y lo que se oye, tiene que tener una justificación, un motivo. El motivo habitual de las voces en off es "si no lo cuento así, no se va a entender".

A mí no me vale.

En otro orden de cosas, la película me ha impresionado tanto hoy como la primera vez que la vi. Normalmente tampoco me gustan los flasbacks ni tampoco las historias "basadas en una historia real". Soy muy maniática, lo sé. Esta película basada en una historia real, contada en flashback y con una voz en off me da una razón para seguir viendo cine.

5 comentarios:

Gata Vagabunda dijo...

Es que "En el nombre del padre" es una película tan intensa que uno casi la ve sin respirar. ¡Me parece lo más normal del mundo que te encante!

Las voces en "off" a veces son un recurso puramente poético, no necesariamente explicativo. ¿No te parece?

Anónimo dijo...

Sí, es verdad. Es un elemento más del lenguaje cinematográfico (ayer lo pensaba mientras me lavaba los dientes para irme a dormir). Sólo que es un arma peligrosa. El uso que se le da dice mucho de la pericia o la maestría del autor, me parece a mí.

Reconozco que no puede uno dejar de ver una película, ni siquiera dejar de valorarla, por un elemento aislado, no es razón suficiente. En algunos casos, la voz en off es de verdad un elemento imprescindible para entender una película que, además, resulta ser buena, y eso no la hace menos buena.

Otis B. Driftwood dijo...

Yo estoy de acuerdo con K. La voz en off tiene que ser un recurso justificado, y en ningún caso una herramienta para hacer más inteligible la historia, ya que entonces el uso de la imagen pierde su sentido. Ayer lo hablaba con mi primo, respecto a la película "Dune". Hay voces en off que representan, o bien los pensamientos del personaje en ese momento (que en la novela forman parte integrante de la trama), o bien la narración de una elipsis en determinados momentos del film (que se corresponde con algunas introducciones a los capítulos del libro). La peli no funciona, porque "Dune", como historia, es casi imposible de adaptar. Eso sí, la imaginería es realmente impresionante. ¡Y todo artesanal!

En el caso de "Blade Runner", la voz en off no se justifica. De hecho, la Warner obligó a añadirla tras el primer montaje con el fin, justamente, de hacer la historia más accesible al público. Scott la eliminó en su montaje del director de 1991 (además de quitarle el final feliz que le obligaron a poner) y creo que no hace mucho se recuperó la versión estrenada, otra vez con la voz en off. En fin...

Y en cuanto a los flashbacks... bueno, han de estar bien hechos, en el sentido de no distorsionar la historia y, sobre todo, que no se pierda el hilo, cosa bastante habitual en el cine de la última década que emplea este recurso. Es muy normal, por otra parte, usarlos en los "biopics", como forma de empezar la película: casi siempre se empieza con la muerte del biografiado y de ahí se pasa a "in media res" para contar lo que haya que contar. Un par de excepciones a esto: "Chaplin" de Attenborough, en el que el viejo Charlie, ya en su mansión de Suiza, le narra su vida a un ficticio periodista, y "Qué Bello es Vivir", donde el ángel José le cuenta a Clarence la vida de George Bailey para explicarle por qué necesita ayuda. Toda la peli, salvo la parte "scroogiana" del final, está contada en flashbacks :-)

Saludos.

Anónimo dijo...

Qué alegrón encontrarte aquí, señor Driftwood.

El flash back puede ser estupendo, pero es otra arma de doble filo. Está claro que no se debe renunciar a usar las herramientos que proporciona el lenguaje del cine. Para eso están. En absoluto comulgo con planteamientos tipo Dogma, donde se pinta en el suelo la palabra "lago" para no rodar en un lago. Absurdo, inútil, pretencioso.

Si necesitamos contar algo que ha ocurrido en el pasado, lo contamos. Tan simple. El problema es recurrir a eso por no comernos la cabeza para contarlo en presente y que se entienda. Todos esos recursos forzados (cuando son forzados, quiero decir) son los que pueden sacar al espectador de la película.

(Aunque a mí lo que más me saca de la película suelen ser los comentarios idiotas de la pija que se ha sentado detrás de mí en el cine... eso sí que me mata; y por eso me estoy pasando al placer solitario del dvd casero).

Otis B. Driftwood dijo...

Sactamente, señorita.

Un ejemplo donde el flashback se usa realmente mal, tanto que se carga la historia: "Resplandor en la Oscuridad", una cosa de espionaje en la II Guerra Mundial con Michael Douglas, Melanie Griffith y Liam Neeson. La película empieza con una Griffith envejecida, contando la historia en un plató de TV: pos vale, se acabó el suspense, sabes que acabará bien, o medio bien y a partir de ahí lo que cuenta interesa realmente poco (la peli es mala por otros motivos, pero ese es el principal).

Y en cuanto a la pija de atrás, la conozco... es la que cuando sale la torre Eiffel en pantalla siempre dice: "mira, París". Eso sí, si sale la columna de Nelson en Trafalgar Square se calla, je.

Y visto que le da un alegrón verme, le cambio los saludos de antes por abrazos :-)